Still to New Readers / Todavía a los nuevos lectores
Todavía dando la bienvenida a nuevos lectores
Como misionero redentorista, he trabajado con otros redentoristas, seminaristas y voluntarios laicos caminando con campesinos en muchos lugares. Nos hemos involucrado en programas de catequesis, llevando alimentos y asistencia a los pobres, visitando campamentos de inmigrantes y parques de trailers. Una de las alegrías del ministerio es celebrar fiestas de Nuestra Señora de Guadalupe, Posadas, Navidad, fiestas de santos, recepción de los sacramentos de iniciación y fines de cosechas. En estas ocasiones siempre hay buena comida. En una ocasión, un migrante hizo una observación sobre nuestro equipo misionero redentorista que capta mi comprensión de ser un misionero.
Con un tazón de pozole entre nosotros, un migrante dijo: “Padre, ustedes son diferentes. No se preocupan por nosotros por lo que hacemos o dejamos de hacer. Solo se preocupan por nosotros”.
He pensado en esas palabras durante mucho tiempo. En gran parte del ministerio nos vemos atrapados preocupándonos por lo que nosotros y los demás deberíamos hacer. El furor por los migrantes que intentan entrar a nuestro país, la preocupación por las drogas y las pandillas como temas de nuestro tiempo, la preocupación por la economía, el racismo y la política, nos hace perder de vista de quién estamos hablando. Nos tratamos unos a otros con poco respeto y dignidad. Cuando el trabajador migrante me llamó la atención no solo a mí personalmente, sino a los hombres y mujeres que llevaron un mensaje de amor y alegría a un grupo de trabajadores después de una cosecha como diferente a otras experiencias, reconozco que nuestro mensaje es para calmar nuestras pasiones y ver a Cristo y su paz en los demás.
Padre Migrante no es una sola persona, pero ojalá sea un reconocimiento a la misión de llevar esperanza, alegría y dignidad al mundo en que vivimos. No importa cuán apasionado pueda ser por las personas a las que sirvo, espero que más personas encuentren estos blogs y reflexiones como un momento para reconsiderar a todos nuestros vecinos.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Still welcoming new readers
As a Redemptorist missionary, I have worked with other Redemptorists, seminarians and lay volunteers walking with migrant farm workers in many settings. We have engaged in programs of catechesis, bringing food and assistance to the poor, visiting migrant camps and trailer parks. One of the joys of the ministry is celebrating feasts of our Lady of Guadalupe, Posadas, Christmas, festivities of saints, reception of the sacraments of initiation and ends of harvests. On these occasions there is always great food. On one occasion a migrant made an observation about our Redemptorist mission team that captures my understanding of being a Redemptorist missionary.
Over a bowl of pozole, a migrant worker said, “Padre, you guys are different. You do not care about us because of what we do or don’t do. You just care about us.”
I have pondered those words a long time. In so much of ministry we get caught up in worrying about what we and others should be doing. The furor over migrants trying to enter our country, worry about drugs and gangs as issues of our time, fretting over economy, racism and politics, we lose sight of who we are talking about. We treat each other with little respect and dignity. When the migrant worker called attention not just to me personally, but to the men and women who brought a message of warmth and joy to a group of workers after a harvest as being different from other experiences, I recognize that our message is to calm our passions and to see Christ and his peace in one another.
Padre Migrante is not a person, but hopefully a recognition of the mission to bring hope, joy and dignity to the world in which we live. No matter how passionate I may be about the people whom I serve, I hope that more people find these blogs and reflections as a moment to reconsider all of our neighbors.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.