Do not believe all that you hear / No creas todo lo que escuchas
No creas todo lo que escuchas
He estado de vuelta en los Estados Unidos durante las últimas dos semanas. Mucha gente tiene curiosidad acerca de mis últimos tres meses en México, y estoy feliz de hablar sobre nuestro estudio sobre los migrantes en México, pero me han entristecido con muchos comentarios. La impresión de México que dan los medios de comunicación y los políticos es negativa y engañosa. Unos amigos han dicho: “Tan mala situación está en México”.
En primer lugar, México no es una “nación del tercer mundo”. Es una nación moderna. Después de tener un accidente, me trataron las lesiones en un hospital que era tan bueno como cualquier otro hospital en los EE. UU. En realidad, me vieron y me trataron más pronto que aquí. En cuanto a la recepción de llamadas de teléfonos celulares, experimenté un servicio más amplio que en los Estados Unidos, con solo una llamada interrumpida en tres meses. He tenido varias llamadas caídas en dos semanas aquí.
Mucha gente pregunta sobre la violencia en México. No me he sentido en peligro, incluso mientras viajaba por algunas de las áreas conocidas como peligrosas. Hay áreas empobrecidas por las que no caminaría, pero eso podría decirse de áreas de Chicago, Nueva York o muchas ciudades grandes. Además, uno no escucha de tiroteos aleatorios como hemos visto en tantas partes de los EE. UU.
México ha sido durante mucho tiempo una nación de “paso” para los migrantes. Es desgarrador escuchar las historias de personas que viajan en “La Bestia” desde la frontera sur hacia el norte. Sin embargo, fue impresionante visitar los albergues para migrantes que pasan por el centro de México y visitar muchos de los albergues y centros de servicios para migrantes a lo largo de la frontera con Estados Unidos. Los voluntarios y el personal de esos refugios son increíbles en su atención a los migrantes. Hay problemas a lo largo de la frontera ya que los migrantes se amontonan esperando las entrevistas para los solicitantes de asilo. Muchos de los problemas en la frontera se basan en las trágicas condiciones en sus países de origen y el procesamiento inadecuado de los solicitantes de asilo en los Estados Unidos.
Mis conclusiones:
México es nuestro vecino, un país que comparte los mismos sueños y esperanzas que tienen los ciudadanos estadounidenses. No mire a los medios sensacionalistas para obtener información sobre nuestros vecinos del sur. No es una nación para temer u odiar. He llegado a amar a la gente de México y aprecio su hermosa nación. Seamos buenos vecinos.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Do not believe all that you hear
I have been back in the United States for the past two weeks. Many people are curious about my past three months in Mexico, and I am happy to talk about our study about migrants in Mexico, but I have been saddened by many comments. The impression of Mexico given by news media and by political pundits is very negative and misleading. Friends have said, “It must really be bad in Mexico.”
First of all, Mexico is not a “third world nation”. It is a modern nation. After having an accident, I was treated for injuries at a hospital that was as good as any hospital in the U.S. Actually, I was seen and treated more promptly than I have experienced before. As for receiving cell phone calls, I experienced wider service than in the United States, with only one call dropped in three months. I have had several dropped calls in my two weeks home.
Many people ask about the violence in Mexico. I have not felt endangered, even while traveling through some of the areas known as dangerous. There are impoverished areas that I would not walk through, but that could be said of areas of Chicago, New York or many major cities. Also, one does not hear of random shootings as we have seen in so many parts of the U.S.
Mexico has long been a “pass through” nation for migrants. It is heartbreaking to hear the stories of people riding “La Bestia”, freight trains from the southern border to the north. Yet, it was impressive to visit shelters for migrants passing through central Mexico and to visit many of the shelters and migrant service centers along the U.S. border. The volunteers and staffs of those shelters are amazing in their care for the migrants. There are problems along the border as migrants have piled up waiting for the interviews for asylum seekers. Many of the problems on the border are based on tragic conditions in their countries of origin and the inadequate U.S. processing of asylum seekers.
My conclusions:
Mexico is our neighbor, a country that shares the same dreams and hopes that U.S. citizens have. Don’t look to sensational media for information about our neighbors to the south. It is not a nation to fear or to hate. I have come to love the people of Mexico, and I cherish their beautiful nation. Let us be good neighbors.
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.