Called Padre / Llamado Padre
Llamado Padre
Me llamaban “Padre” antes de comenzar a trabajar con migrantes en 1991 en Casa San Alfonso en Denver. Mis compañeros de los Wichita Wheathawks. me llamaban “Padre” en 1974. Después de unas semanas de mi primera asignación como párroco asociado en la parroquia de San José en Wichita, dos exseminaristas me invitaron a jugar fútbol con los Wheathawks, que acababan de formar. A los mexicanos del equipo les aseguraron que “el Padre podía jugar”. En mi primer partido marqué tres goles y en la liga me conocían simplemente como “Padre”. No creo que todos supieran realmente que era sacerdote. Podría haber sido simplemente un apodo.
La semana pasada celebramos el cincuenta aniversario del equipo, con un torneo de golf y una velada junto a los socios del club desde sus inicios en 1974 hasta ahora. Fue un día excepcional y el domingo por la mañana los del equipo de 1974 fueron a desayunar. Vestido con mi collar en el desayuno fue la primera vez que muchos me vieron como un sacerdote, yo era simplemente “Padre”. Cincuenta años después, parecía que todavía podíamos jugar.
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Called Padre
I was called “Padre” before I began working with migrants in 1991 at Casa San Alfonso in Denver. I was called “Padre” by my teammates on the Wichita Wheathawks in 1974. After a few weeks in my first assignment as an associate pastor at St. Joseph’s parish in Wichita, two former seminarians invited me to join a soccer team that they had just begun, the Wheathawks. They assured the Mexicans on the team that “Padre could play.” In my first game, I scored three goals, and around the league, I was simply known as “Padre”. I do not think that everyone really knew that I was a priest. It could have simply been a nickname.
Last week, we had a celebration of the team’s fifty-year anniversary, with a golf outing and an evening together with members of the club from its beginning in 1974 to present members. It was great seeing everyone and on Sunday morning, those from the 1974 team went for breakfast. Wearing my collar at the breakfast was the first time many saw me as a priest, I was just “Padre”. Fifty years later, it looked like we could still play.
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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.