August 2023

The poor have faith / Los pobres tienen fe

The poor have faith / Los pobres tienen fe

“Los pobres tienen una apertura especial a la fe”. (EG 200)

Cuando leí esto del Papa Francisco por primera vez, me di cuenta de que, durante más de treinta años, se me ha mostrado una y otra vez la verdad de esta afirmación. Sé que la vida de los pobres, a muchos les parece una maldición, una tristeza, una vergüenza. Sin embargo, los pobres han sido sorprendentes para mí mientras sobreviven a las dificultades. Me inspira la fe de los migrantes, de los pobres, de los marginados, de los que están en la periferia de la Iglesia. Mucha gente podría darse por vencida ante los sufrimientos de los pobres, pero una y otra vez los pobres muestran esperanza en los tiempos difíciles y confían en Dios cuando no se tienen motivos para confiar.

Esta semana, las personas que trabajan con campesinos migrantes se reúnen para animarse unos a otros en nuestro caminar con los pobres. Oremos por todos aquellos que ofrecen atención pastoral a los campesinos y sus familias.

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El texto completo de El Llamado a la Santidad está disponible en línea en la pestaña Exhortaciones apostólicas en:

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Donations for Redemptorist Migrant Ministry

(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)

“The poor have a special openness to the faith.” (EG 200)

When I first read this from Pope Francis, I realize that for over thirty years, the truth of this statement has been shown to me over and over. I know that the life of the poor, appears to many to be a curse, a sadness, a shame. Yet, the poor have been amazing to me as they survive hardships. The faith of the migrant, the poor, the outcast, those on the periphery of the Church inspires me. Many people could give up in the face of the sufferings of the poor, but time and again the poor show hope in the difficult of times, and trust in God when one has no reason to trust.

This week, people who work with migrant farmworkers meet to encourage each other in our walk with the poor. Pray for all those offering pastoral attention to migrant farmworkers and their families.

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(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)

Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.

O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

Lambs among wolves / Corderos entre lobos

Lambs among wolves / Corderos entre lobos

Corderos entre lobos

Jesús no envió a los Discípulos a hacer el “ministerio ordinario”. Los envió como “corderos entre lobos”, sin dinero, sin muda de ropa y sin sandalias. Se les dijo que “sanen a los enfermos” y anunciaran que “el reino de Dios ha venido a ustedes”. (Lc 10: 1-12) Fueron enviados a preparar el camino para que Jesús entrara en aquellos pueblos. Los fariseos enseñaron a la gente a ser obediente a la Ley de Dios. Jesús enseñó a la gente a amar a Dios y a amarse unos a otros.

En esta imagen, los discípulos deben llegar a ser como los “Corderos”. Como los corderos, no debían tener dinero, ni muda de ropa, ni sandalias. ¿Quiénes son los lobos? Son los fariseos, los escribas, los intérpretes de la ley. Recuerdo mi año sabático recogiendo cerezas y viviendo con los trabajadores agrícolas. Podría caminar con ellos y, con suerte, podría llegar a ser como ellos. Pero ellos eran los verdaderos corderos, luchaban por sobrevivir, cuidaban a sus hijos y aceptaban el maltrato por ser inmigrantes. Podría trabajar por la justicia para los migrantes, pero tuve que reconocer humildemente que soy menos que los “corderos”, los migrantes.

A menudo he escrito sobre la última conversación del obispo John Steinbock con sus sacerdotes. Habló de las personas sin hogar, los trabajadores migrantes, los prisioneros y los pobres como los amados de Jesús. Nos recordó que debíamos servirles, no mandarles. Unos meses después del discurso del obispo Steinbock, el Papa Benedicto XVI escribió que debemos “proponer en lugar de imponer” la enseñanza de Jesús a los pobres. (Verbum Domino, 105)

Todos los que tienen la responsabilidad de enseñar la fe deben recordar ser como corderos.

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Lambs among wolves

Jesus did not send the Disciples to do “ordinary ministry”. He sent them out like “lambs among wolves”, with no money bag, no change of clothes, and no sandals. They were told to “cure the sick” and announce that, “The kingdom of God is at hand.” (Lk 10: 1-12) They were sent out to prepare the way for Jesus to enter those villages. The Pharisees taught people to be obedient to the Law of God. Jesus taught people to love God and to love one another.

In this image, the disciples must become like the “Lambs”. Like the lambs they were to have no money, no change of clothes, no sandals. Who are the wolves? They are the Pharisees, the Scribes, the interpreters of the Law. I remember my sabbatical picking cherries and living with the farmworkers. I could walk with them, and hopefully, I could become like them. But they were the real lambs, struggling for survival, caring for their children, accepting mistreatment because they were migrants. I could work for justice for the migrants, but I had to humbly recognize that I am less than the “lambs”, the migrants.

I have often written about Bishop John Steinbock’s last talk with his priests. He spoke about the homeless, the migrant worker, the prisoner and the poor as the beloved of Jesus. He reminded us that we were to serve them, not command them. A few months after Bishop Steinbock’s talk, Pope Benedict XVI wrote that we are to “propose rather than impose” the teaching of Jesus on the poor. (Verbum Domino, 105)

All who have a responsibility to teach the faith, need to remember to be like lambs.

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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.

O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

Extraordinary Ministry / Ministerio extraordinario

Extraordinary Ministry / Ministerio extraordinario

Ministerio extraordinario

Comencé a trabajar en el ministerio de campesinos migrantes después de predicar misiones parroquiales en comunidades rurales de quince estados. Prediqué esas misiones de 1995 a 2001. Después de pasar dos veranos celebrando misas en varios huertos, durante once años dirigí una misión sacramental de verano para los trabajadores de la cereza en The Dalles, Oregón. Las misiones de verano me presentaron a los campesinos migrantes que seguían las necesidades laborales estacionales en California, Oregón y Washington. Descubrí las dificultades que enfrentaban los campesinos migrantes cuando querían que sus hijos recibieran la Primera Comunión y la Confirmación. Las condiciones extraordinarias de las personas que realizaban trabajos estacionales a menudo dejaban a los inmigrantes fuera de los programas sacramentales parroquiales ordinarios.

De 2009 a 2013, fui Director del Ministerio Campesino en Fresno. Mientras estaba en Fresno, formé una junta directiva para el “Comité del Ministerio Extraordinario Migrante”. Identificamos nuestro ministerio como extraordinario, debido a la flexibilidad que era esencial para satisfacer las necesidades de los trabajadores migrantes. La Diócesis tenía una larga trayectoria ofreciendo programas en granjas, lecherías, viñedos, huertos y lugares de reunión pública. Teníamos varios cientos de voluntarios y catequistas que preparaban a varios miles de niños cada año. Cuando comencé en el trabajo, un exdirector dijo: “Estamos orgullosos de nuestros programas y nuestros voluntarios, pero sabemos que sólo llegamos a aproximadamente el 10% de los inmigrantes católicos en la diócesis.

La próxima semana en Yakima, WA, personas de todo el país que trabajan en el Ministerio de Campesinos Migrantes se reunirán con líderes de la oficina de Atención Pastoral para Migrantes, Refugiados y Viajeros (PCMRT) de la USCCB. Será una buena oportunidad para que los líderes religiosos en el ministerio de migrantes se apoyen unos a otros, descubran lo qué está funcionando en las comunidades y busquen formas de establecer contactos en el futuro para abordar mejor las condiciones rápidamente cambiantes de la vida agrícola en toda nuestra nación. Oren por nosotros mientras CMFN y PCMRT se encuentran.

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Extraordinary Ministry

I began working in migrant farmworker ministry after preaching parish missions in rural communities in fifteen states. I preached those missions from 1995 to 2001. After spending two summers saying Masses in various orchards, for eleven years, I ran a summer sacramental mission for cherry workers in The Dalles, Oregon. The summer missions introduced me to migrant farmworkers who followed the seasonal labor needs in California, Oregon and Washington. I discovered the difficulties migrant farmworkers faced as they wanted their children to receive, First Communion and Confirmation. The extraordinary conditions of people following seasonal work often left migrants outside of ordinary parish sacramental programs.

From 2009 to 2013, I was the Director for Campesino Ministry in Fresno. While in Fresno, we formed a board of directors for “Ministerio Extraordinario Migrante” (Extraordinary Migrant Ministry). We identified our ministry as extra-ordinary, because of the flexibility that was essential for meeting the needs of migrant workers. The Diocese had a long history of offering programs on farms, at dairies, vineyards, orchards and in public meeting sites. We had several hundred volunteers and catechists preparing several thousand children each year. When I began the job, a former director said, “We are proud of our programs and our volunteers, but we know that we only reach about 10% of the Catholic migrants in our diocese.

Next week in Yakima, WA, people from across the nation who work in Migrant Farmworker Ministry will gather with leaders of the Pastoral Care for Migrants, Refugees and Travelers office (PCMRT) of the USCCB. It will be a good opportunity for religious leaders in migrant ministry to support each other, discover what is working in communities and look for ways to network in the future to better address the rapidly changing conditions of agricultural life across our nation. Pray for us as CMFN and PCMRT meet.

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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.

O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

A Church that is "for the poor" / Una Iglesia "para los pobres"

A Church that is “for the poor” / Una Iglesia “para los pobres”

Una Iglesia “para los pobres”

En una audiencia ante representantes de los medios de comunicación el 16 de marzo de 2013, el Papa Francisco explicó su decisión de tomar el nombre Francisco.  Dijo que durante su elección: “El Cardenal Claudio Hummes, un gran amigo, … Cuando la cosa se ponía un poco peligrosa, él me animaba.  Y cuando los votos subieron a los dos tercios … él me abrazó, me besó, y me dijo: «¡No te olvides de los pobres!»  Y esas palabras me llegaron: los pobres, los pobres.  De inmediato, pensando en los pobres, pensé en Francisco de Asís.  Después pensé en todas las guerras … Francisco también es el hombre de la paz.  Y así, el nombre me llegó al corazón: Francisco de Asís.  Para mí él es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en estos días no tenemos una relación muy agradable con la creación ¿verdad?  Él es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre… ¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!”

(Audiencia a representantes de medios de comunicación, 16 de marzo de 2013)

Una Iglesia “pobre y para los pobres”. No es difícil comprender el respeto del Papa hacia los pobres. Unos meses más tarde, escribió: “La inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe” (EG. 200). Fue ver la fe en las vidas de los inmigrantes lo que inspiró a mi escribir el libro La Fe del Migrante.

Lo que más me preocupa es cómo vamos a ser una Iglesia “para los pobres”. Si estamos “para los pobres”, debemos hacer más que proporcionar nutrición, atención sanitaria, asistencia legal y servicios sociales. Necesitamos responder mejor brindando atención espiritual y brindando acceso a los sacramentos. Nuestro primer paso debe reconocer humildemente nuestra falta de aprecio por las dificultades que los programas sacramentales imponen a los pobres.

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A Church that is “for the poor”

In an address to representatives of the media on March 16, 2013, Pope Francis explained his decision to take the name Francis. He said that during his election, “Cardinal Claudio Hummes, a good friend … When things were looking dangerous, he encouraged me. And when the votes reached two thirds … gave me a hug and a kiss, and said: ‘Don’t forget the poor!’ And those words came to me: the poor, the poor. Then right away, thinking of the poor, I thought of Francis of Assisi. Then I thought of all the wars … Francis is also the man of peace. That is how the name came into my heart: Francis of Assisi. For me, he is the man of poverty, the man of peace, the man who loves and protects creation; these days we do not have a very good relationship with creation, do we? He is the man who gives us this spirit of peace, the poor man … How I would like a Church which is poor and for the poor!”

(Audience to representatives of the communications media, March 16, 2013)

A Church that is “poor and for the poor”. It is not difficult to understand the Pope’s respect for those who are poor. A few months later, he wrote, “The great majority of the poor have a special openness to the faith” (EG. 200) It was seeing faith in the lives of migrants that inspired my writing of the book, Migrant Faith.

I am more concerned about how we are to be a Church “for the poor”. If we are “for the poor”, we need to do more than provide nutrition, health care, legal aid and social services. We need to respond better by providing spiritual care and providing access to the sacraments. Our first step needs to humbly recognize our lack of appreciation of the hardships that sacramental programs place on the poor.

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O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

Signs of Holiness / Notas de la Santidad

Signs of Holiness / Notas de la Santidad

Notas de la Santidad

Estoy impresionado por la capacidad del Papa Francisco para unir las Escrituras, la tradición y la reflexión sobre la fe en la vida cotidiana. Habla de cinco notas o expresiones espirituales que son necesarias para vivir un “Llamado a la Santidad”.

  1. Aguante, paciencia y mansedumbre
  2. Alegría y sentido del humor
  3. Audacia y fervor
  4. En comunidad
  5. En oración constante

Que vivimos a la altura de su esperanza: “Que estas páginas sean útiles para que toda la Iglesia se dedique a promover el deseo de la santidad.” (GE 177)

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Signs of Holiness

I am impressed by Pope Francis ability to bring together Scripture, tradition and reflecting on faith in everyday life. He speaks of five signs or spiritual attitudes that are necessary for living a “Call to Holiness.”

  1. Perseverance, Patience and Meekness
  2. Joy and a Sense of Humor
  3. Boldness and Passion
  4. In Community
  5. In Constant Prayer

May we live up to his hope: “that these pages will prove helpful by enabling the whole Church to devote herself anew to promoting the desire for holiness.” (GE 177)

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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.

O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

The peacemakers --- Those who are persecuted / Los que trabajan por la paz --- Los perseguidos

The peacemakers — Those who are persecuted / Los que trabajan por la paz — Los perseguidos

Los que trabajan por la paz — Los perseguidos

«Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios»

«Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos»

Esta mañana me desperté temprano. Eran las 4:00 am. Mi ventana estaba abierta y disfruté de la suave brisa, del aire fresco. Vivo en una colina entre la Plaza y el centro de Kansas City. Broadway Boulevard estaba tranquilo. Una motocicleta Harley Davidson empezó a acercarse por Broadway. Al principio sonaba como un gato ronroneando, pero a medida que ascendía la colina se hizo más y más fuerte. Pasó rugiendo y luego se hizo el silencio de nuevo.

El Papa Francisco comenzó su reflexión sobre el mensaje de Jesús en las Bienaventuranzas yendo “contra la corriente”. Rompe el silencio de nuestras conciencias diciendo: “Felices los pobres, Felices los mansos”. Continúa llamándonos a la compasión, la misericordia y la pureza de corazón y termina con un impresionante llamado a la paz: “Felices los pacificadores, Felices los perseguidos”.

Pensé en despertarme con los sonidos de la calle. Estaba el silencio y la brisa suave y fresca. El rugido de la Harley llamó la atención sobre el día que se avecinaba. Los gritos de las personas que sufren a causa de las guerras, los incendios en Hawaii, la soledad, las adicciones y las pérdidas aflija nuestra conciencia. Hay tanta interferencia con la paz que nos rodea. Honramos a quienes nos llamaron a ser constructores de paz.

Honramos a los mártires de la paz como San Óscar Romero, el Beato Stanley Rother, las religiosas mártires de Salvador y los mártires desconocidos de los últimos tiempos. Honramos a quienes trabajaron y hablaron por la justicia, el Dr. Martin Luther King, César Chávez, Nelson Mandela, Gandhi y tantos más.

Mientras los sonidos de la Harley se desvanecen en el silencio, sigamos el llamado de Jesús a vivir las Bienaventuranzas. Que seamos testigos de la paz como fuimos llamados por los Papas Pablo VI y Juan Pablo II. El Papa Pablo VI dijo: “Si quieres la paz, trabaja por la justicia”. El Papa Juan Pablo II dijo: “No hay paz sin justicia, ni justicia sin perdón”.

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The peacemakers — Those who are persecuted

“Blessed are the peacemakers, for they will be called children of God”

“Blessed are those who are persecuted for righteousness’ sake, for theirs is the kingdom of heaven”

This morning, I awoke early. It was 4:00 am. My window was open, and I enjoyed the gentle breeze, the fresh air. I live on a hill between the Plaza and downtown Kansas City. Broadway Boulevard was quiet. A Harley Davidson motorcycle began coming up Broadway. At first it sounded like a purring cat, but as it ascended the hill it got louder and louder. It roared past and then there was silence again.

Pope Francis began his reflection on Jesus’ message in the Beatitudes as going “against the flow”. He breaks the silence of our consciences saying, “Blessed are the poor, Blessed are the meek.” He follows by calling us to compassion, mercy and purity of heart and ends with a stunning call for peace, “Blessed are the peacemakers, Blessed are the persecuted.”

I considered my waking to the sounds on the street. There was the silence and the gentle, cool breeze. The roar of the Harley called attention to the coming day. The cries of people suffering because of wars, fires in Hawaii, loneliness, addictions and loss pull at our consciousness. There is so much interference with peace around us. We honor those who called us to be peace makers.

We honor the martyrs for peace like St. Oscar Romero, Blessed Stanley Rother, the religious women martyrs in Salvador, and the unknown martyrs in recent times. We honor those who worked and spoke for justice, Dr. Martin Luther King, Cesar Chavez, Nelson Mandela, Ghandi and so many more.

As the sounds of the Harley faded away into silence, let us follow the call of Jesus to live the Beatitudes. May we be witnesses to peace as we were called by Popes Paul VI and John Paul II. Pope Paul VI said, “If you want peace, work for justice”. Pope John Paul II said, There is “No peace without justice, no justice without forgiveness.”

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O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

The pure in heart / Los de corazón limpio

The pure in heart / Los de corazón limpio

Los de corazón limpio

«Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios»

¿Cuándo has conocido a los “de corazón limpio”? Hoy tengo una imagen de aquellos que son “de corazón limpio”, a quienes demasiadas personas nunca han conocido. Hace un año, pasé seis meses visitando refugios para migrantes en México, a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos. Las personas que conocimos son refugiados que buscan un nuevo lugar al que llamar hogar. Son de todo el mundo, aunque la mayoría son de América Central y del Sur y de las naciones del Caribe. Viajan días, semanas e incluso más para llegar a la frontera. Son gente de esperanza.

Vienen porque han sido privados de derechos y de dignidad. Son víctimas de la injusticia, la violencia y los desastres. No son las mismas personas que eran cuando comenzaron su viaje. En sus casas tenían una historia. Una vez que tomaron la decisión de que ya no podían vivir en la desesperación. Dejaron todo por la esperanza de una vida mejor. Puede que no hayan salido de su país de origen “de corazón limpio”, pero las cruces y el dolor del camino purifican al migrante. Tienen esperanza, y esa esperanza proviene de la fe en Dios.

Oren por los migrantes, para que sus esperanzas se realicen. Y oren, para que nosotros, como migrantes en esta tierra, podamos ver a Dios.

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The pure in heart

“Blessed are the pure in heart, for they will see God”

When have you met the “pure in heart”? Today, I have an image of those who are “pure in heart”, whom too many people have never met. A year ago, I spent six months visiting migrant shelters in Mexico, along the Mexico / United States border. The people whom we met are refugees seeking a new place to call home. They are from all over the world, though most are from Central and South America, and Caribbean Island nations. They travel days, weeks and even longer to arrive at the border. They are people of hope.

They come because they have been deprived of rights and dignity. They are victims of injustice, violence and disasters. They are not the same people that they were when they began their journey. In their homes, they had a history. Once they made the decision that they could no longer live in despair. They gave up everything for the hope of a better life. They may not have left their country of origin “pure of heart”, but the crosses and pain of the journey purify the migrant. They have hope, and that hope comes from faith in God.

Pray for the migrants, that their hopes may be realized. And pray, that we as migrants on this earth may see God

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O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

Blessed are the Merciful / Felices los misericodiosos

Blessed are the Merciful / Felices los misericodiosos

Felices los misericodiosos

«Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia»

El Papa Francisco observa que Jesús nos llama a “sean ustedes perfectos, como es perfecto el Padre que está en el Cielo”. (Mt. 5:48) Pero Lucas no dice esas palabras. Él escribe: “Sean compasivos, como es compasivo el Padre de ustedes. No juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados.” (Lc 6, 36-37).

Me siento mucho más cómodo con el llamado de Lucas a ser misericordiosos que con el llamado de Mateo a la perfección. Sin embargo, la verdadera perfección en seguir el amor de Dios es el perdón. El perdón se ha vuelto tan raramente invocado que cuando se muestra, nos sorprendemos. En la serie de televisión, “Ted Lasso”, hay un acto de perdón en casi todos los episodios. Es una parte tan importante del espectáculo, que me encuentro esperando cuando sucede en el programa. Es casi tan común como la oración antes de las comidas en el espectáculo “Blue Bloods”.

Decir “te perdono” es una sorpresa hoy. Es un acto de santidad. Pasamos demasiado tiempo de nuestras vidas cavilando sobre las heridas, el juicio y la condenación. Jesús lo deja muy claro. “Felices los misericordiosos”.

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Blessed are the Merciful

“Blessed are the merciful, for they will receive mercy”

Pope Francis observes that Jesus calls on us “to be perfect, as your heavenly Father is perfect.” (Mt. 5:48) But Luke does not say those words. He writes, “Be merciful, even as your Father is merciful. Judge not, and you will not be judged; condemn not, and you will not be condemned; forgive, and you will be forgiven.” (Lk. 6:36-37).

I am much more comfortable with Luke’s call to be merciful, than Matthew calling us to perfection. Yet, real perfection in following God’s love is forgiveness. Forgiveness has become so seldomly invoked that when it is shown, we are surprised. In the television series, “Ted Lasso”, there is an act of forgiveness in almost every episode. It is so much a part of the show, that I find myself waiting for when in happens in the program. It is almost as common as the prayer before meals in the show “Blue Bloods”.

To say, “I forgive you” is striking today. It is an act of holiness. We spend too much of our lives brooding over past hurts, judgement and condemnation. Jesus makes it so clear. “Blessed are the merciful”.

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The full text of The Call to Holiness is available online under the tab, Apostolic Exhortations at:

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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.

O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

Hunger and thirst for righteousness / Hambre y sed de justicia

Hunger and thirst for righteousness / Hambre y sed de justicia

Hambre y sed de justicia

«Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados»

En 1972, el Papa Pablo VI dijo: “Si quieres la paz, trabaja por la justicia”. Su declaración se hizo en un momento en que se estaban produciendo movimientos por los derechos humanos en todo el mundo. Hubo líderes de los derechos humanos, como Gandhi, Martin Luther King, César Chávez, la Madre Teresa, Nelson Mandela, Dorothy Day y otros que inspiraron a muchos a trabajar por la justicia. La Guerra Fría, una carrera de armas nucleares, guerras civiles en todo el mundo y nuestra propia nación en conflicto por la guerra en Vietnam y los derechos civiles aquí fueron el contexto del mensaje del Papa.

Jesús prometió que aquellos que tenían hambre y sed de justicia serían saciados. Considere la reflexión del Papa Francisco.

El hambre y la sed son experiencias intensas, ya que involucran necesidades básicas y nuestro instinto de supervivencia. Hay quienes desean la justicia y anhelan la rectitud con similar intensidad. Jesús dice que quedarán satisfechos, porque tarde o temprano llegará la justicia. Podemos cooperar para que eso sea posible, incluso si no siempre vemos el fruto de nuestros esfuerzos. (GE 77)

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Hunger and thirst for righteousness

“Blessed are those who hunger and thirst for righteousness, for they will be filled” 

In 1972, Pope Paul VI said, “If you want peace, work for justice.” His declaration was made in a time when movements for human rights were taking place around the world. There were leaders of human rights, such as Ghandi, Martin Luther King, Cesar Chavez, Mother Teresa, Nelson Mandela, Dorothy Day and others inspiring many to work for justice. The Cold War, a nuclear arms race, civil wars around the world and our own nation conflicted over war in Vietnam and civil rights here were the context of the Pope’s message.

Jesus promised that those who hungered and thirst for righteousness would be fulfilled. Consider Pope Francis’ reflection.

Hunger and thirst are intense experiences, since they involve basic needs and our instinct for survival. There are those who desire justice and yearn for righteousness with similar intensity. Jesus says that they will be satisfied, for sooner or later justice will come. We can cooperate to make that possible, even if we may not always see the fruit of our efforts. (GE 77)

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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.

O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

Blessed are those who mourn / Felices los que lloran

Blessed are those who mourn / Felices los que lloran

Felices los que lloran

«Felices los que lloran, porque ellos serán consolados»

El Papa Francisco concluye su reflexión sobre llorar: “Saber llorar con los demás, esto es santidad”.

La esperanza confiada durante un tiempo de sufrimiento, enfermedad y pérdida es el mensaje de la Cruz y la Resurrección. No separamos la cruz y la resurrección. Nuestra insistencia católica en la celebración de un funeral evangeliza a los que vacilan en su fe. Dos historias del funeral católico.

  1. Un director de funeraria ingresó a un programa de RICA. Trabajó en el negocio funerario durante veinticinco años cuando trabajó en tres funerales católicos en un mes. Uno fue por la muerte de una niña de once años muerta en un accidente automovilístico. Un segundo funeral fue para una víctima de suicidio y el tercero para una víctima de asesinato. Tres sacerdotes diferentes celebraron los funerales. Después de los funerales señaló que las homilías de cada sacerdote llamaron la atención de la gente a mirar más allá de la tristeza y tragedia de cada muerte a la esperanza de la resurrección. Después de esos funerales, le dijo a su esposa que tenía que convertirse católico porque esos sacerdotes conocen el significado del duelo y la esperanza.
  2. Después de la muerte de mi padre, cada uno de mis hermanos y hermanas y todos los nietos participaron en el funeral. Celebramos su vida y su fe. Alguien dijo a mis hermanas que deberían iniciar un negocio de mostrarle a la gente cómo celebrar un funeral.

El ritual católico para los funerales es un testimonio de santidad.

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Blessed are those who mourn

“Blessed are those who mourn, for they will be comforted”

Pope Francis concludes his reflection on mourning: “Knowing how to mourn with others: that is holiness.”

Confident hope during a time of suffering, illness and loss is the message of the Cross and Resurrection. We do not separate the cross and the resurrection. Our Catholic insistence on celebration of a funeral evangelizes those who waver in their faith. Two stories of Catholic mourning.

  1. A funeral director entered an RCIA program. He worked in the funeral business for twenty-five years when he worked three Catholic funerals in a month. One was for the death of an eleven-year-old girl killed in a car accident. A second funeral was for a suicide victim, and the third for a murder victim. Three different priests celebrated the funerals. After the funerals he noted that the homilies of each priest called the attention of the people to look beyond the sadness and tragedy of each death to the hope of resurrection. After those funerals, he told his wife that he had to become Catholic because those priests know the meaning of mourning and hope.
  2. After my father’s death, every one of my brother’s and sister’s and all of the grandchildren participated in the funeral. We celebrated his life and his faith. Someone told my sisters that they should start a business of showing people how to celebrate a funeral.

Our Catholic ritual for funerals is a witness to holiness.

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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.

O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey. 

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About Padre Migrante

Redemptorists walk with migrants, welcoming strangers, and offering retreats, missions and training for ministers who care for migrants and immigrants. Padre Migrante represents Redemptorist Migrant Ministry offering hope to people on the periphery of the church and society.