Always start with “Good News” / Siempre comience con “Buenas noticias”
Siempre comience con “Buenas noticias”
¿Cómo empezamos cada día? Ayer fue la fiesta de la Transfiguración de Jesús. Al comenzar el día, cada una de las tres lecturas de la Misa reveló a Jesús como el Hijo de Dios y cómo debemos actuar como sus seguidores. “Vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo”. (Dn 7, 13) “Este es mi Hijo amado, en quien yo me complazco”. (2 Pedro 1:17) “Levántense y no teman”. (Mt 17,7)
Cuando las personas que nos rodean se enfocan en las malas noticias, los creyentes conocen una mejor manera. No importa lo que estemos haciendo, experimentando o diciendo, comencemos con las “Buenas Nuevas”. Como predicador, creo que cualquier cosa que hagamos debe comenzar y terminar con “Buenas Nuevas”. Un predicador veterano de las misiones parroquiales les dijo a los jóvenes redentoristas que “si alguien deja la Iglesia sin creer que es amado por Dios, no hizo su trabajo”.
La “Buena Nueva” anima nuestra fe. Cuando nos enfocamos en lo ‘bueno’ de nuestras vidas, nuestro objetivo es positivo, mejorar las cosas. Esto no significa que ignoremos las cosas malas que suceden a nuestro alrededor, pero la única forma de avanzar es mejorar el mundo que nos rodea. Hacemos esto primero en nuestro hogar, en nuestra parroquia y en nuestra comunidad.
El cambio a menudo toma tiempo para ver. Encontramos baches en nuestro camino, sentimientos heridos que necesitan sanación, penas que necesitan consuelo y perdón por nuestras fallas y las de los demás. En cada situación que enfrentemos, comencemos por reconocer lo bueno. Un joven dijo que el ministerio de Casa San Alfonso (nuestra casa de jóvenes) le enseñó a reconocer su propia bondad. Fue formado a imagen de Dios y Dios dijo que era bueno. Recordar esa verdad le hizo darse cuenta de que, si él era bueno, también lo era su prójimo. Con eso en mente, pudo enfrentar las dificultades de la vida ‘sin temor’.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Always start with “Good News”
How do we start each day? Yesterday was the feast of the Transfiguration of Jesus. As the day began, each of the three readings for the Mass revealed Jesus as the Son of God and how we are to act as his followers. “I saw one like the Son of Man coming on the clouds of heaven.” (Dn 7: 13) “This is my beloved Son, with whom I am well pleased.” (2 Pt. 1:17) “Rise, and do not be afraid.” (Mt 17:7)
When people around us focus on bad news, believers know a better way. No matter what we are doing, experiencing or saying, let us begin with the “Good News”. As a preacher, I believe that whatever we do must begin and end with “Good News”. A veteran preacher of parish missions told young Redemptorists that “If someone leaves the Church without believing that they are loved by God, you did not do your job.”
The “Good News” animates our faith. When we focus on the ‘good’ in our lives, our goal is positive, to make things better. This does not mean that we ignore bad things happening around us, but the only way to move forward is to improve the world around us. We do this first in our home, in our parish, and in our community.
Change often takes time to see. We encounter potholes on our paths, hurt feelings that need healing, sorrows that need consolation, and forgiveness for our failings and those of others. In every situation that we face, let us begin by recognizing the good. A young man said that the ministry of Casa San Alfonso (our youth house) taught him to recognize his own goodness, that he was formed in the image of God and God said that he was good. Remembering that truth made him realize that if he was good, so was his neighbor. With that in mind, he was able to face the difficulties of life ‘unafraid’.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.