That they may be one / Que puedan ser uno
Que puedan ser uno
“Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti”. (Juan 17:21)
En 1997, prediqué una misión parroquial en The Dalles, Oregón. Mientras estuve allí, varios agricultores me pidieron que viniera a ver el pueblo cuando su población casi se duplicó cuando 6.000 trabajadores agrícolas y sus familias vinieron para la cosecha de cerezas. Los productores de cerezas dijeron que podía celebrar Misa en diferentes huertos cada noche. Sería un beneficio para los trabajadores y recibiría una experiencia con los trabajadores que eran esenciales para la industria de la cereza. Durante los siguientes trece veranos fui a The Dalles para la cosecha de cerezas. Esos veranos me pusieron en un viaje para caminar con trabajadores inmigrantes por todo el país.
Una de las grandes experiencias para mí fue que quería tener una relación con los campesinos y con los agricultores. Cuando fui a Fresno para ser director del Ministerio Campesino, tenía una gran relación con la UFW y con la Liga de Agricultores Nisei (una asociación de agricultores).
Mientras Jesús oraba para que todos seamos uno, debemos dejar de enfrentar a las personas entre sí. Esta lección aprendida al trabajar con campesinos migrantes y sus empleadores es necesaria en todas las áreas de nuestras vidas. Vemos lo difíciles que pueden ser los tiempos si la gente mira al otro como “enemigo”. El triste estado de la política actual es nuestra incapacidad para trabajar por la unidad.
Estoy muy agradecido a los agricultores que me invitaron a sus huertos para caminar con sus trabajadores migrantes, y a los líderes tanto de la UFW como de la Liga de Agricultores Nisei. “Que todos sean uno.”
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
That they may be one
“That they may all be one, as you, Father, are in me and I in you.” (Jn. 17:21)
In 1997, I preached a parish mission in The Dalles, OR. While there, several farmers asked me to come to see the town when it nearly doubled in population as 6,000 farmworkers and their families came for the cherry harvest. The cherry growers said that I could say Mass in different orchards each evening. It would be a benefit for the workers, and I would get a lesson in the workers who were essential to the cherry industry. For the next thirteen summers, I went to The Dalles for the cherry harvest. Those summers set me on a journey to walk with migrant workers all across this country.
One of the great lessons for me was that I wanted to have a relationship with the farm workers and with the farmers. When I went to Fresno to be the director for Campesino Ministry, I had a great relationship with the UFW and with the Nisei Farmer’s League (an association of the growers).
As Jesus prayed that we may all be one, we need to stop pitting people against each other. This lesson learned in working with migrant farm workers and their employers is needed in all areas of our lives. We see how difficult times can be if people look at the other as “enemy”. The sad state of politics today is our failure to work towards unity.
I am so grateful to those farmers who invited me into their orchards to walk with their migrant workers, and for the leaders of both the UFW and the Nisei Farmer’s League. “May all be one.”
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.