Understanding migrants/ Comprender a los migrantes
Comprender a los migrantes
En Christus Vivit (91-94), el Papa Francisco presenta una mirada perspicaz a los migrantes en este momento sin precedentes de migración global.
Los migrantes como paradigma de nuestro tiempo
91. Los fenómenos migratorios «no representan una emergencia transitoria, sino que son estructurales. Las migraciones pueden tener lugar dentro del mismo país o bien entre países distintos. La preocupación de la Iglesia atañe en particular a aquellos que huyen de la guerra, de la violencia, de la persecución política o religiosa, de los desastres naturales –debidos entre otras cosas a los cambios climáticos– y de la pobreza extrema: muchos de ellos son jóvenes. En general, buscan oportunidades para ellos y para sus familias. Sueñan con un futuro mejor y desean crear las condiciones para que se haga realidad».
92. Otros migrantes son «atraídos por la cultura occidental, a veces con expectativas poco realistas que los exponen a grandes desilusiones. Traficantes sin escrúpulos, a menudo vinculados a los cárteles de la droga y de las armas, explotan la situación de debilidad de los inmigrantes, que a lo largo de su viaje con demasiada frecuencia experimentan la violencia, la trata de personas, el abuso psicológico y físico, y sufrimientos indescriptibles. Cabe señalar la especial vulnerabilidad de los inmigrantes menores no acompañados, y la situación de quienes se ven obligados a pasar muchos años en los campos de refugiados o que permanecen bloqueados durante largo tiempo en los países de tránsito, sin poder continuar sus estudios ni desarrollar sus talentos. En algunos países de llegada, los fenómenos migratorios suscitan alarma y miedo, a menudo fomentados y explotados con fines políticos. Se difunde así una mentalidad xenófoba, de gente cerrada y replegada sobre sí misma, ante la que hay que reaccionar con decisión».
93. «Los jóvenes que emigran tienen que separarse de su propio contexto de origen y con frecuencia viven un desarraigo cultural y religioso. La fractura también concierne a las comunidades de origen, que pierden a los elementos más vigorosos y emprendedores, y a las familias, en particular cuando emigra uno de los padres o ambos, dejando a los hijos en el país de origen. La Iglesia tiene un papel importante como referencia para los jóvenes de estas familias rotas. Sin embargo, las historias de los migrantes también son historias de encuentro entre personas y entre culturas: para las comunidades y las sociedades a las que llegan son una oportunidad de enriquecimiento y de desarrollo humano integral de todos. Las iniciativas de acogida que hacen referencia a la Iglesia tienen un rol importante desde este punto de vista, y pueden revitalizar a las comunidades capaces de realizarlas».
94. «Gracias a la diversa proveniencia de los Padres [sinodales], respecto al tema de los migrantes el Sínodo ha vivido el encuentro de muchas perspectivas, en particular entre países de origen y países de llegada. Además, ha resonado el grito de alarma de aquellas Iglesias cuyos miembros se ven obligados a escapar de la guerra y de la persecución, y que ven en estas migraciones forzadas una amenaza para su propia existencia. Precisamente el hecho de incluir en su seno todas estas perspectivas pone a la Iglesia en condiciones de desempeñar en medio de la sociedad un papel profético sobre el tema de las migraciones». Pido especialmente a los jóvenes que no caigan en las redes de quienes quieren enfrentarlos a otros jóvenes que llegan a sus países, haciéndolos ver como seres peligrosos y como si no tuvieran la misma inalienable dignidad de todo ser humano.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Understanding migrants
In Christus Vivit (91-94), Pope Francis presents an insightful look at migrants in this unprecedented time of global migration.
Migrants as an epitome of our time
91. “Migration, considered globally, is a structural phenomenon, and not a passing emergency. It may occur within one country or between different countries. The Church’s concern is focused especially on those fleeing from war, violence, political or religious persecution, from natural disasters including those caused by climate change, and from extreme poverty. Many of them are young. In general, they are seeking opportunities for themselves and their families. They dream of a better future and they want to create the conditions for achieving it”.
92. Other migrants are “attracted by Western culture, sometimes with unrealistic expectations that expose them to grave disappointments. Unscrupulous traffickers, frequently linked to drug cartels or arms cartels, exploit the weakness of migrants, who too often experience violence, trafficking, psychological and physical abuse and untold sufferings on their journey. Nor must we overlook the particular vulnerability of migrants who are unaccompanied minors, or the situation of those compelled to spend many years in refugee camps, or of those who remain trapped for a long time in transit countries, without being able to pursue a course of studies or to use their talents. In some host countries, migration causes fear and alarm, often fomented and exploited for political ends. This can lead to a xenophobic mentality, as people close in on themselves, and this needs to be addressed decisively”.
93. “Young migrants experience separation from their place of origin, and often a cultural and religious uprooting as well. Fragmentation is also felt by the communities they leave behind, which lose their most vigorous and enterprising elements, and by families, especially when one or both of the parents migrates, leaving the children in the country of origin. The Church has an important role as a point of reference for the young members of these divided families. However, the stories of migrants are also stories of encounter between individuals and between cultures. For the communities and societies to which they come, migrants bring an opportunity for enrichment and the integral human development of all. Initiatives of welcome involving the Church have an important role from this perspective; they can bring new life to the communities capable of undertaking them”.
94. “Given the varied backgrounds of the Synod Fathers, the discussion of migrants benefited from a great variety of approaches, particularly from countries of departure and countries of arrival. Grave concern was also expressed by Churches whose members feel forced to escape war and persecution and by others who see in these forced migrations a threat to their survival. The very fact that the Church can embrace all these varied perspectives allows her to play a prophetic role in society with regard to the issue of migration”. In a special way, I urge young people not to play into the hands of those who would set them against other young people, newly arrived in their countries, and who would encourage them to view the latter as a threat, and not possessed of the same inalienable dignity as every other human being.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.