Good Practices / Buenas Prácticas
Buenas Prácticas
Mi bandeja de entrada de correo electrónico está llena de artículos que proponen “las mejores prácticas” para la vida religiosa, la formación en la fe, la educación religiosa, los servicios sociales, los derechos de los inmigrantes, etc. Comienzan: “Aquí hay algunas de las mejores prácticas para ______”. Algunos de los artículos tienen buenas ideas para el ministerio, pero a menudo hay una arrogancia en aquellos que proponen prácticas sin conocer las circunstancias de las personas a las que sirvo. Todas las prácticas religiosas deben ser apropiadas para la audiencia prevista. Las personas en la periferia de la vida de la iglesia merecen dignidad y acceso al cuidado espiritual y sacramental. Algunas prácticas comunes en las parroquias son ineficaces e incluso dañinas para las personas al margen de la vida y la iglesia.
En lugar de “las mejores prácticas”, buscamos desarrollar “buenas prácticas”. Hay buenas prácticas. Algunas prácticas son buenas para algunas personas, pero no para todos. Algunas prácticas surgen de la buena intención, pero son ineficaces. Algunas prácticas son efectivas en la mano de un ministro y no tan efectivas en la de otro. Felizmente hablo de buenas prácticas que ayudaron a la gente en mi ministerio, pero no confío en ofrecer lo que ha funcionado en mi ministerio será “buena práctica” en manos de otro.
Antes de decidir sobre los métodos para el ministerio, es importante saber a quién estamos sirviendo y cuáles son sus necesidades en este momento. Cuando un soldado resulta herido en un campo de batalla, el médico no se preocupa por los niveles de colesterol de la persona herida. El médico tiene que detener el sangrado. Es lo mismo en el mundo de la evangelización. Comparar la salud espiritual con la salud física es útil cuando consideramos el cuidado espiritual de las personas al margen de la fe. El triaje médico prioriza el tratamiento de las personas que buscan atención de emergencia. Al considerar la evangelización de los que están en la periferia de la Iglesia, recibamos primero a la persona con amor, respeto, dignidad y paciencia. Entonces necesitamos “triaje espiritual” para presentar a Dios a la persona en los márgenes de la fe.
No importa cuán maravillosas puedan ser nuestras liturgias, la calidad de la predicación ofrecida en nuestros servicios, el cuidado brindado en nuestros servicios sociales y ministerios de Caridades Católicas, necesitamos buenas prácticas con suficiente flexibilidad para responder a las necesidades extraordinarias de las personas.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Good Practices
My email in-box is filled with articles proposing “best practices” for religious life, faith formation, religious education, social services, immigrant rights, etc. They begin: “Here are some best practices for ______.” Some of the articles have good insights for ministry, but often there is an arrogance in those who propose practices without knowing the circumstances of the people whom I serve. All religious practices need to be appropriate for the intended audience. People on the periphery of church life deserve dignity and access to spiritual care and sacrament. Some common practices in parishes are ineffective and even harmful for people on the margins of life and church.
In place of “best practices”, we seek to develop “good practices.” There are good practices. Some practices are good for some people, but not for everyone. Some practices arise from good intention but are ineffective. Some practices are effective in one ministers’ hand and not so effective in another’s. I happily speak about good practices that helped people in my ministry, but I am not confident in offering what has worked in my ministry will be “good practice” in the hands of another.
Before deciding on methods for ministry, it is important to know who we are serving and what are their needs at this moment. When a soldier is wounded on a battlefield, the medic is not concerned about the wounded person’s cholesterol levels. The medic needs to stop the bleeding. It is the same in the world of evangelization. Comparing spiritual health with physical health is helpful as we consider spiritual care for people on the margins of faith. Medical triage prioritizes treatment of people seeking emergency care. When considering evangelization of those on the periphery of the Church, let us receive the person first with love, respect, dignity and patience. Then we need “spiritual triage” in order to present God to the person on the margins of faith.
No matter how wonderful our liturgies may be, the quality of preaching offered at our services, the care given in our social services and Catholic Charities ministries, we need good practices with sufficient flexibility to respond to people’s extraordinary needs.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.