Bring Jesus to the poor / Traer a Jesús a los pobres
Traer a Jesús a los pobres
El Papa Francisco sueña de una iglesia que tenga un “impulso misionero”. (EG. 27) Necesitamos traer a Jesús a los pobres, en lugar de traer a los pobres a la iglesia. Que podamos hacer para abandonar el criterio pastoral, «siempre se ha hecho así». (EG. 33) No es que nuestras formas pasadas fueran malas, pero con demasiada frecuencia no logran responder a las personas en las realidades de hoy. No reconocemos que muchas de nuestras formas tradicionales no lograron conectarse con muchas personas de tiempos pasados. Un impulso misionero no es exclusivamente para comunidades lejanas. Es necesario para algunos que viven en cada comunidad.
Reconocemos las grandes necesidades en los campos de refugiados, las naciones en guerra, los que sufren desastres naturales, pero hay gente sin hogar en todas las grandes ciudades. Hay muchos en prisiones, centros de detención e instalaciones médicas con poco contacto con una comunidad de fe. El impulso misionero necesita traer el amor de Jesús a los pobres. Antes de corregir los caminos de los demás, hay que traer a Jesús y su amor a los pobres. Eso incluye darle la bienvenida a la unión con Cristo, incluida la unión sacramental con Jesús.
Muchas de las formas en que siempre hemos hecho necesitan ser examinadas en cuanto a servir bien para dar la bienvenida a migrantes a una experiencia con Jesús. Es difícil imaginar a Jesús, que habló con compasión a la mujer samaritana, estar feliz que tantos católicos divorciados no se sienten bienvenidos en nuestras iglesias. Cuando consideramos a las personas en la periferia de la iglesia, no son solo aquellos en nuestras fronteras, en campos de refugiados o centros de migrantes esperando que sus peticiones de inmigración sean escuchadas.
Ya sea que el desarrollo de un impulso misionero comience dando la bienvenida al migrante, o visitando a los que están en prisión, alimentando a los hambrientos, cuidando a las personas con matrimonios rotos o sanando a los excluidos debido a los prejuicios y el duro juicio social, necesitamos desarrollar un impulso misionero que responda a las realidades de hoy. Que Dios inspire a todo el pueblo de Dios a desarrollar un impulso misionero.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Bring Jesus to the poor
Pope Francis dreams of a church having a “missionary impulse.” (EG. 27) We need to bring Jesus to the poor, rather than bring the poor to the church. What can we do to abandon the attitude, “We have always done it this way.”? (EG. 33) It is not that our past ways were bad, but too often they fail to respond to people in the realities of today. We fail to recognize that many of our traditional ways failed to connect with many people of times past. A missionary impulse is not exclusively for distant communities. It is necessary for people living in every community.
We recognize tremendous needs in refugee camps, nations at war, people suffering from natural disasters, but there are homeless people in all of our large cities. There are great numbers of people in prisons, detention centers and medical facilities with little contact with communities of faith. Our missionary impulse needs to bring the love of Jesus to the poor. Before seeking to correct another’s ways, one must bring Jesus and his love to the poor. That includes welcoming them to union with Christ including sacramental union with Jesus.
Many of the ways that we have always done things need to be examined as to their place in welcoming people to an experience of Jesus. It is difficult to imagine Jesus who spoke lovingly with the Samaritan woman to be happy with so many divorced Catholics feeling unwelcome in our churches. When we consider people on the periphery of the church, they are not only those on our borders, in refugee camps, or migrant centers waiting for their immigration petitions to be heard.
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.