A mission-oriented parish/ Parroquia Orientada a la Misión
Parroquia Orientada a la Misión
En su consideración de la Iglesia que necesita renovación, el Papa Francisco describe la “parroquia se orientada a la misión”. Su declaración es hermosa e idealista, pero ¿es la experiencia de muchas personas? Las partes resaltadas de este párrafo no se encuentran en todas las parroquias. Cuando una parroquia se caracteriza por la apertura y la creatividad misionera, la parroquia local da vida a una comunidad de creyentes.
- La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad. Aunque ciertamente no es la única institución evangelizadora, si es capaz de reformarse y adaptarse continuamente, seguirá siendo «la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas».
En las parroquias atentas a las necesidades de los migrantes, los trabajadores de temporada y aquellos con acceso limitado a las actividades ordinarias de una parroquia, prospera la parroquia “capaz de reformarse y adaptarse continuamente”. No solo las personas que obviamente están al margen de la vida de la iglesia, sino también las personas que prestan servicios en el cuidado de la salud, los negocios de hospitalidad y los socorristas en caso de emergencia encuentran un hogar en dicha parroquia. Un oficial de policía preguntó por qué vio autos en el estacionamiento de nuestra parroquia a las tres de la mañana. La parroquia contaba con una capilla de adoración perpetua, y era común que los trabajadores de la empacadora cuyos cambios de turno a las 3:00 am hicieran una visita al Santísimo antes o después del cambio de turno. Le dije al oficial que los miembros de la parroquia fueron allí a orar en ese momento. Dije: “Ellos están orando por ti”. Él respondió: “Me gusta eso”.
En un pueblo empacador de carne, una parroquia que acogía a la gente para orar a todas horas cuando la gente comenzaba o terminaba su jornada laboral se adaptó a los trabajadores que no estaban disponibles para asistir a la iglesia durante la mañana, el mediodía y la noche.
Esto supone que realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos. La parroquia es presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y la celebración. A través de todas sus actividades, la parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización. Es comunidad de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber para seguir caminando, y centro de constante envío misionero. Pero tenemos que reconocer que el llamado a la revisión y renovación de las parroquias todavía no ha dado suficientes frutos en orden a que estén todavía más cerca de la gente, que sean ámbitos de viva comunión y participación, y se orienten completamente a la misión.
Una comunidad orientada a la misión necesita ser un “centro de constante alcance misionero”. Cuando una parroquia es verdaderamente una “comunidad de comunidades”, prospera. Que Dios les dé a los párrocos, líderes parroquiales y feligreses la gracia de hacer que cada parroquia esté “orientada a la misión”.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
A mission-oriented parish
In his consideration of the Church in need of renewal, Pope Francis describes the “mission-oriented parish.” His statement is beautiful and idealistic, but is it the experience of many people? The highlighted parts of this paragraph are not found in all parishes. When a parish is characterized by openness and missionary creativity, the local parish bring life to a commumity of believers.
- The parish is not an outdated institution; precisely because it possesses great flexibility, it can assume quite different contours depending on the openness and missionary creativity of the pastor and the community. While certainly not the only institution which evangelizes, if the parish proves capable of self-renewal and constant adaptivity, it continues to be “the Church living in the midst of the homes of her sons and daughters”.
In parishes attentive to the needs of migrants, seasonal workers and those with limited access to the ordinary activities of a parish, the parish “capable of self-renewal and constant adaptivity” thrives. Not only do the people who are obviously on the margins of church life, but people who serve in health care, businesses of hospitality, and first responders in case of emergency find a home in such a parish. A police officer asked why he saw cars in our parish parking lot at three in the morning. The parish had a chapel of perpetual adoration, and it was common for workers at the packing house whose shift changes at 3:00 am would make a visit to the Blessed Sacrament before or after the shift change. I told the officer that members of the parish went there to pray at that time. I said, “They are praying for you.” He responded, “I like that.”
In a meat packing town, a parish that welcomed people to pray at all hours when people began or ended their workday adapted itself to workers who were not available for church attendance during morning, mid-day and evening.
This presumes that it really is in contact with the homes and the lives of its people, and does not become a useless structure out of touch with people or a self-absorbed group made up of a chosen few. The parish is the presence of the Church in a given territory, an environment for hearing God’s word, for growth in the Christian life, for dialogue, proclamation, charitable outreach, worship and celebration. In all its activities the parish encourages and trains its members to be evangelizers. It is a community of communities, a sanctuary where the thirsty come to drink in the midst of their journey, and a center of constant missionary outreach. We must admit, though, that the call to review and renew our parishes has not yet sufficed to bring them nearer to people, to make them environments of living communion and participation, and to make them completely mission-oriented.
A mission-oriented community needs to be “a center of constant missionary outreach”. When a parish truly is a “community of communities”, it thrives. May God give pastors, parish leaders, and parishioners the grace to make every parish “mission-oriented.”
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.