A Hopeful sign / Signo de esperanza
Signo de esperanza
Superar la pandemia de COVID ha sido un desafío para todos nosotros. Estoy ofreciendo ejercicios cuaresmales en la parroquia St. Mary, Star of the Sea en Ballinger, Texas. El tema es, “Misión por un Mundo Herido”. La parroquia tiene iglesias también en Robert Lee y en Bronte. En lugar de ofrecer la misión en noches consecutivas en cada iglesia, celebramos la misión una vez a la semana en inglés en cada comunidad y una vez a la semana en español en dos comunidades. La misión tendrá una duración de cuatro semanas. Entonces, estoy muy ocupado por la misión. Antes de que el pastor se fuera a estudiar español durante tres meses, hizo arreglos para confesores en la segunda noche de la misión en la iglesia principal. Había servicios de reconciliación en cada comunidad, pero solo necesitábamos confesores adicionales para la misión en Ballinger.
Unos días antes del servicio de reconciliación, le pregunté a la secretaria si sabía qué sacerdotes estaban invitados. Como no conocíamos sus contactos, llamó a tres sacerdotes cercanos. Dado que COVID todavía afecta la asistencia, cuatro sacerdotes parecían ser suficientes. En la mañana del servicio llamaron cuatro sacerdotes de San Angelo y dijeron que ellos también vendrían. Cenamos para todos los sacerdotes, y me preocupa si tendríamos suficiente gente para necesitar ocho confesores. En la cena dijeron que la mayoría de los servicios de Cuaresma no tenían mucha asistencia en la diócesis.
Cuando comenzó el servicio había cincuenta personas en la Iglesia. Para cuando entramos en procesión a la Iglesia para comenzar el servicio, entraron otros veinte. Cuando comencé la charla misionera sobre la reconciliación, la iglesia estaba llena.
Dos días después, el obispo Sis me dijo que varios sacerdotes le dijeron que la mayoría de los servicios de penitencia durante la Cuaresma eran poco atendidos, “excepto Ballinger”. El domingo fue una buena noticia compartir con la parroquia que nuestra comunidad impresionó a los sacerdotes y el obispo.
El mensaje de perdonar y ser perdonado nos da esperanza para familias, la parroquia, el pueblo, la nación, el mundo y la Iglesia. Y gente reuniéndose para los sacramentos es un signo que estamos emergiendo de las sombras de COVID.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
A Hopeful sign
Moving beyond the COVID pandemic has been a challenge for all of us. I am offering a Lenten Mission at St. Mary, Star of the Sea parish in Ballinger, Texas. The theme is, “Mission for a Wounded World.” The parish has mission churches also in Robert Lee and Bronte. Rather than offer the mission over consecutive evenings in each church, we celebrate the mission once a week in English in each community and once a week in Spanish in two communities. The mission will last for four weeks. So, I am busy every evening. Before the pastor left to study Spanish for three months, he arranged for confessors on the second night of the mission at the main church. We had penance services for each of the evenings, but only needed extra confessors for the Ballinger mission.
A few days before the penance service, I asked the secretary if she knew which priests were invited. Since we did not know his contacts, she called three priests nearby. Since COVID still has its effects on attendance, four priests appeared to be sufficient. On the morning of the penance service four priests from San Angelo called and said that they were also coming. We had dinner for all the priests, and I wondered if we would have enough of a crowd to need eight confessors. There were only thirty people present for the first evening of the mission. At the dinner they said that most of the services for Lent did not have a lot of attendance around the diocese.
When the service began there were fifty people in the Church. By the time we processed into the Church to begin the service another twenty entered. By the time I began the mission talk on reconciliation, the church was full.
Two days later Bishop Sis told me that several priests told him that most of the penance services during Lent were lightly attended, “except Ballinger”. On Sunday it was good news to share with the parish that our community impressed the priests by coming out for the sacrament of Reconciliation.
The message of forgiveness is a sign of hope for families, the parish, the town, the nation, the world and the Church. And people gathering for the sacraments is also a sign that we are emerging from the shadows of COVID.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.