Using an old tradition – Usar una tradición antigua
Usar una tradición antigua
Tuvimos que completar nuestro programa de Confirmación en seis meses. El obispo fijó la fecha de la Confirmación como el domingo anterior al Miércoles de Ceniza. Le dije al pastor que estaba acostumbrado a tener un programa de preparación de dos años. Dijo que la mitad de nuestros jóvenes no vivirán aquí dentro de un año. La pobreza, la oportunidad laboral, las relaciones familiares separadas y otras dificultades hacen que la vida en el barrio sea fluida.
Como parte de nuestro programa de Confirmación, queríamos que los jóvenes hicieran quince horas de servicio para la Iglesia o la comunidad. Sonaba razonable, pero no funcionó. Dos semanas antes de la fecha de la Confirmación, dos candidatos registraron un par de horas de servicio y 26 no hicieron nada. Pedro, uno de los catequistas, hizo una sugerencia. “Déjenme contarles a los candidatos sobre el ‘compromiso'”. Fue una semana antes de la Confirmación. Pedro les contó a los jóvenes esta historia:
“Quiero contarles sobre el ‘compromiso’. Crecí en Nuevo México. Cuando mi mamá quedó embarazada, mi padre le hizo una promesa a Dios de que haría una peregrinación al santuario de Chimayo. Va pasar un día en oración agradeciendo a Dios por el nacimiento de su hijo o hija. Después del nacimiento de un niño, papá cerró su tienda de llantas un viernes por la noche. Luego caminó veinticinco millas durante la noche. Al llegar a Chimayo por la mañana, pasaba el día en oración, agradeciendo a Dios por el nacimiento de su hijo o hija. Después de la misa del domingo por la mañana, caminaba a nuestra casa. Cumplió su ‘compromiso’.
Cuando el Obispo te marque con el crisma, recibirás el Espíritu Santo el domingo. Como nadie cumplió con las horas de servicio que les pedimos como candidatos, les pido a cada uno de ustedes que hagan un ‘compromiso’ con Dios de que ofrecerán quince horas de servicio como agradecimiento por recibir el Espíritu Santo. Escribe tu ‘compromiso’ y colócalo en el altar “.
Los estudiantes preguntaron: “¿Cuántas veces su padre hacía un ‘compromiso’?” Pedro dijo: “Trece veces”. Todos los alumnos se comprometieron. Fueron confirmados. Se ofrecieron como voluntarios para el festival parroquial de la fiesta de San José. Participaron en el Vía Crucis viviente el Viernes Santo. Ayudaron en un sitio de construcción de Hábitat para la Humanidad. Todos completaron su compromiso. El domingo de Pentecostés, la parroquia reconoció a los jóvenes en la Misa. En los años transcurridos desde su Confirmación, he conocido a muchos de esos estudiantes en las Misas y actividades de la iglesia.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Using an old tradition
We had to complete our Confirmation program within six months. The bishop set the date for Confirmation as the Sunday before Ash Wednesday. I told the pastor that I was accustomed to have a two-year program of preparation. He said that half of our young people will not live here a year from now. Poverty, job oportunity, broken family relationships and other hardships make life fluid in the barrio.
As part of our Confirmation program, we wanted youth to do fifteen hours of service for the Church or the community. It sounded reasonable, but it did not work. Two weeks before the date of Confirmation, two candidates recorded a couple hours of service and 26 did nothing. Pedro, one of the catechists, made a suggestion. “Let me tell the candidates about the ‘compromiso’.” It was a week before the Confirmation. Pedro told the youth this story:
“I want to tell you about the ‘compromiso’. I grew up in New Mexico. When my Mom became pregnant, my father made a promise (compromiso) to God that he would make a pilgrimage to the shrine at Chimayo. He would spend a day in prayer thanking God for the birth of his son or daughter. After the birth or a child, Dad closed his tire store on a Friday evening. He then walked twenty-five miles during the night. Arriving in Chimayo in the morning, he would spend the day in prayer, thanking God for the birth of his son or daughter. After Mass on Sunday morning, he walked home. He fulfilled his ‘compromiso’.
When the Bishop marks you with chrism, you will receive the Holy Spirit on Sunday. Since no one fulfilled the service hours that we asked of you as candidates, I ask each of you to make a ‘compromiso’ to God that you will offer fifteen hours of service as thanks for receiving the Holy Spirit. Write your ‘compromiso’ and place it on the altar.”
The students asked, “How often did your father make a ‘compromiso’?” Pedro said, “Thirteen times.” All the students made their compromiso. They were Confirmed. They volunteered for the parish festival for the feast of St. Joseph. They took parts in the living stations of the cross on Good Friday. They helped on a Habitat for Humanity construction site. All completed their compromiso. On Pentecost Sunday, the parish recognized the students at Mass. In the years since their Confirmation, I have met many of those students at Masses and church activities.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.