The peril of losing historical consciousness / El peligro de perder la conciencia histórica
El peligro de perder la conciencia histórica
El Papa Francisco advierte sobre el peligro de ignorar la historia. (FT. 13-14) Abordó esto por primera vez en Christus Vivit, una exhortación a la juventud. Entienda que cuando el Vaticano se dirige a la juventud, se dirige a adultos jóvenes de entre veinte y treinta años. Mientras leo sobre el peligro de perder la conciencia histórica, es bueno hacer un llamado a los jóvenes para que aprecien la historia, pero la falta de apreciación de la historia en este momento está presente en todos los grupos de edad.
La falta de conciencia histórica afecta todos los aspectos de la vida actual. Afecta a la Iglesia, a la organización política y social y a la paz mundial. No es simplemente una pérdida de conocimiento de los hechos de la historia. Tiene que ver con comprender y apreciar las fortalezas, debilidades, esfuerzos y fracasos de cada época. La pérdida de la conciencia histórica se puede ver en varias generaciones a lo largo de la historia mundial. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial y durante la Guerra Fría, los tremendos avances en la ciencia y la educación crearon sistemas de comunicación rápida. Hubo avances en la información, pero hubo una sobrecarga de información. Falta discernimiento, reflexión y paciencia a medida que las personas interiorizan la información. La interpretación de eventos y prácticas se convierte en una opinión en lugar de basarse en el discernimiento grupal. Sin pasar por un discernimiento real de los problemas, vemos una falta de unidad dentro y entre las naciones.
El deterioro de la conciencia histórica recibió ímpetu entre mediados y fines de la década de 1960 y continúa hasta el día de hoy. Sería un error ver esto como un problema de la juventud, porque este proceso lleva más de cincuenta años.
Este deterioro de la conciencia histórica también ha estado en la Iglesia durante mucho tiempo. Hubo avances en los estudios técnicos de la Escritura, la teología, la doctrina, el derecho y el impulso misionero de la Iglesia a lo largo del siglo XX. El Concilio Vaticano II no fue un comienzo para traer un nuevo pensamiento y una nueva vida a la Iglesia. El desarrollo de los estudios superiores en la Iglesia condujo al Concilio y las reacciones al Concilio incluyeron reflexiones sobre lo que estaba sucediendo en la sociedad y dentro de la Iglesia. El desarrollo de la doctrina, el conocimiento de la Escritura y la renovación litúrgica crearon para muchos católicos una sobrecarga de información y con una falta de conciencia histórica, la Iglesia experimenta divisiones incómodas.
El Papa Francisco se dirigió a los jóvenes en Christus Vivit, no para castigar a los jóvenes por falta de conciencia histórica, sino para expresar confianza en la vitalidad de la fe dentro de los jóvenes. Animó a los jóvenes en su deseo de hacer de la Palabra de Dios fuente de gracia para la juventud. Llamar a los jóvenes a apreciar la historia se basa en la esperanza que los jóvenes traen a la vida misma. Que todos crezcamos en nuestra conciencia histórica.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
The peril of losing historical consciousness
Pope Francis warns about the peril of ignoring history. (FT. 13-14) He first addressed this in Christus Vivit, an exhortation to youth. Understand that when the Vatican addresses youth, it is speaking to young adults in their twenties and thirties. As I read about the peril of losing historical consciousness, it is good to call on youth to appreciate history, but a lack of appreciation of history at this time is present in all age groups.
A lack of historical consciousness affects every aspect of life today. It affects the Church, political and social organization, and world peace. It is not simply a loss of knowing facts of history. It has to do with understanding and appreciating the strengths, weaknesses, efforts and failures of every age. Loss of historical consciousness can be seen in various generations throughout world history. Immediately after World War II, and during the Cold War, tremendous advances in science and education, created systems of rapid communication. There were advances in information, but there was an information overload. Discernment, reflection and patience is lacking as people internalize the information. Interpretation of events and practices becomes personal opinion rather than based on group discernment. Without going through real discernment of the issues, we see a lack of unity within and between nations.
The deterioration of historical consciousness received impetus during the mid to late 1960’s and continues to this day. It would be wrong to see this as a problem of youth, because this process has been going on for over fifty years.
This deterioration of historical consciousness has been in the Church for a long time also. There were advances in technical studies of Scripture, theology, doctrine, law and the missionary thrust of the Church throughout the twentieth century. The Second Vatican Council was not a beginning of bringing new thought and new life into the Church. Development in higher studies in the Church led to the Council and the reactions to the Council included reflections on what was happening in society and within the Church. The development of doctrine, awareness of Scripture and liturgical renewal created for many Catholics an overload of information and with a lack of historical consciousness the Church experiences uncomfortable divisions.
Pope Francis addressed youth in Christus Vivit, not to chastise youth for a lack of historical consciousness, but to express confidence in the vitality of faith within young people. He encouraged young people in their desire to make the Word of God a source of grace for youth. Calling on youth to appreciate history is based on the hopefulness that youth bring to life itself. May we all grow in our historical consciousness.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.