Remembering Pope Benedict XVI / Recordando al Papa Benedicto XVI
Recordando al Papa Benedicto XVI
Mi homilía para nuestra Misa por el Papa Benedicto XVI celebrada con personas del Apostolado Hispano de Baton Rouge, el 5 de enero:
Celebramos y honramos la vida de un Papa que vivió en una época de grandes cambios en la sociedad y la Iglesia. Experimentó la Segunda Guerra Mundial, el Concilio Vaticano, movimientos de paz, tiempos de tensión global por guerras y revoluciones. Fue un hombre intelectual e introvertido entre dos Papas más extrovertidos y populares que él. Era tradicional en cosas litúrgicas y eclesiales. Era firme en la doctrina y la moral. Durante su tiempo como Santo Papa, mucha gente no pusieron atención a lo que dijo de temas como inmigración y de justicia social que muchos Papas.
Cuando era director del Ministerio Campesino de la Diócesis de Fresno (2009 – 2013), muchas personas pobres, especialmente los trabajadores inmigrantes rurales, experimentaron obstáculos para recibir los sacramentos para ellos y sus hijos. Nuestros programas de catequesis utilizaron métodos que respondieron a la inseguridad de la vida de los migrantes para prepararlos para los sacramentos. Muchas de nuestras iniciativas fueron juzgadas como liberales. A menudo encontré justificación para nuestros programas en los escritos del Papa Benedicto XVI. Muchas defensas de nuestras prácticas provienen de su encíclica Caritas in Veritate y de sus mensajes para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado y la Jornada Mundial de la Paz.
Me gustaría usar este momento para considerar la polarización que se ve en la Iglesia hoy. El Papa Francisco declaró que “la polarización no es católica”. La división no es nueva en la Iglesia. En tiempos apostólicos, la comunidad de Corinto estaba dividida. Algunos dijeron: “Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro y yo soy de Cristo”. Pablo respondió en la segunda lectura de esta misa: “¿Quién es Apolo y quién es Pablo?” “Yo planté, Apolo regó, pero es Dios quien da el crecimiento”.
En esta misa para recordar al Papa Benedicto XVI, vivimos con algunos diciendo: “Soy de Juan Pablo II, soy de Benedicto, soy de Francisco”. Necesitamos evitar estas divisiones, como dijo Pablo: “Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, la casa que Dios edifica”.
Cada uno de los Papas, desde la época de Pedro hasta hoy, se ha enfrentado a muchos desafíos. No era tan fácil sentirse cómodo con el Papa Benedicto como con su predecesor o su sucesor. Sus escritos eran profundos y las traducciones eran tan literales que no fluían bien. No era tan citable como el Papa Juan Pablo o el Papa Francisco.
Me alegra que a menudo leí sus homilías diarias como parte de mi oración matutina. A menudo, cuando ofrecía misas diarias, podía decir: “Esta mañana dijo el Papa”. Sus homilías matutinas eran breves y directas a un punto. No eran pesados en doctrina o moralidad, sino reflexiones para motivar y animar la fe. Revelaron la santidad y la bondad de la que habló el Papa Francisco al recordar a Benedicto en los últimos días.
Hay mucha gente que dice que la Iglesia puede encontrarse más dividida en su muerte que antes de su muerte. Espero que no. Escogí leer las Bienaventuranzas para esta Misa como una invitación a vivir en el espíritu de las Bienaventuranzas. Recordamos la vida del Papa Benedicto hoy. Puede que no siempre hayamos encontrado sus palabras alentadoras. Ciertamente desafió la reflexión superficial. Oremos hoy por él. Que vivas para siempre, Papa Benedicto.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Remembering Pope Benedict XVI
My homily for our Mass for Pope Benedict XVI celebrated with people of the Hispanic Apostolate of Baton Rouge, January 5:
We celebrate and honor the life of a Pope who lived in a time of great change in society and the Church. He experienced World War II, the Vatican Council, peace movements, times of global tension from wars and revolutions. He was an intellectual and introverted man between two more extroverted and popular Popes than he was. He was traditional in liturgical and ecclesial things. He was firm on doctrine and morality. During his time as Holy Pope, many people unfortunately paid less attention to what he said about issues of social justice such as immigration and social justice as many Popes
When I was director of Campesino Ministry for the Diocese of Fresno (2009 – 2013), many poor people, especially rural immigrant workers experienced obstacles for receiving sacraments themselves and for their children. Our catechetical programs used methods that responded to the insecurity of migrant life to prepare migrants for the sacraments. Many of our initiatives were labeled as liberal. I often found justification for our programs in the writings of Pope Benedict XVI. Many defenses of our practices came from his encyclical, Caritas in Veritate and from his messages for World Day of Migrants and Refugees, and World Day of Peace.
I would like to use this moment to consider the polarization seen in the Church today. Pope Francis declared that, “Polarization is not Catholic.” Division is not new in the Church. In apostolic times, the Corinthian community was divided. Some said, “I am for Paul, I am for Apollo, I am for Peter, and I am for Christ.” Paul responded in the second reading of this mass, “Who is Apollo, and who is Paul?” “I planted, Apollo watered, but it is God who gives the growth.”
At this mass to remember Pope Benedict XVI, we live with some saying, “I am for John Paul II, I am forBenedict, I am for Francis.” We need to avoid these divisions, as Paul said, “We are God’s fellow workers, and you are God’s field, the house that God builds.”
Each of the Popes, from the time of Peter until today have met many challenges. Pope Benedict was not as easy to feel comfortable with as with his predecessor or his successor. His writings were profound, and the translations were so literal that it did not flow well. He was not as quotable as either Pope John Paul or Pope Francis.
I am glad that I often read his daily homilies as part of my morning prayer. Often when I offered daily Masses, I could say, “This morning the Pope said.” His morning homilies were brief and directly to a point. They were not heavy on doctrine or morality, but reflections to motivate and animate faith. They revealed the holiness and kindness that Pope Francis spoke about in remembering Benedict over the past few days.
There are many people saying that the Church may find itself more divided in his death than before his death. I hope not. I chose to read the Beatitudes for this Mass as an invitation to live in the spirit of the Beatitudes. We remember the life of Pope Benedict today. We may not always have found his words encouraging. He certainly challenged shallow reflection. Let us pray for him today. May you live forever, Pope Benedict.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.