For a Wounded World: Trying new ways – probando nuevas formas
Por un mundo herido: probando nuevas formas
En la primera semana de una “Misión a un Mundo Herido”, consideremos nuevas formas de ser Iglesia. La pandemia de COVID ha afectado dramáticamente la vida de la Iglesia y podría afectarnos durante muchos años. ¿Podemos descubrir nuevas formas de ser Iglesia? Humildemente, reconocemos que nuestra manera de unirnos como Pueblo de Dios nunca ha sido perfecta. Antes de COVID, había muchos desafíos que enfrentaba la comunidad católica. Nuestros desafíos van mucho más allá de las preocupaciones de la iglesia local, una diócesis o nuestra nación. El escándalo, la falta de vocaciones, el desencanto con la Iglesia, la intolerancia religiosa, la migración global y el desorden internacional afectan a toda la Iglesia, y luego vino la pandemia.
Jesús dijo a los Apóstoles: “Hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado a ustedes”. (Mateo 28: 19-20) Los apóstoles hicieron lo que les dijo. El mensaje se está llevando a todas las naciones. A veces hay un gran éxito en la proclamación del mensaje y, a veces, el Pueblo de Dios no ha proclamado bien el mensaje. La evangelización sigue siendo obra de la Iglesia. El Concilio Vaticano II pidió una “Nueva Evangelización”.
Veinte años después del Concilio, el Papa Juan Pablo II llamó a una Nueva Evangelización: “La evangelización cobrará toda su energía si es un compromiso, no para re-evangelizar, sino para una Nueva Evangelización, nueva en su ardor, métodos y expresión”. El mensaje del evangelio es dinámico. Debe reconocer las circunstancias cambiantes de las personas a las que servimos. La evangelización no es estática. Cuando hay circunstancias que necesitan una Nueva Evangelización, son necesarios nuevos métodos. Los “nuevos métodos” en la evangelización no condenan los métodos de catequesis del pasado, sino que llaman a las personas a estar abiertas a la realidad cambiante del Pueblo de Dios.
Después de todo lo que hemos experimentado durante la pandemia de COVID, seamos creativos al responder a los desafíos que enfrentamos al unir a las personas de fe como una comunidad eucarística que busca dar un mejor testimonio de la presencia de Jesús en nuestras vidas. Seamos creativos y fieles.
(Mañana, un ejemplo de ministerio que reconoce y acepta circunstancia cambiante de las personas a las que servimos)
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
For a Wounded World: Trying new ways
In the first week of a “Mission to a Wounded World”, let us consider new ways of being Church. The COVID pandemic has affected church life dramatically, and could affect us for many years to come. Can we discover new ways of being Church? Humbly, we recognize that our ways of coming together as the People of God has never been perfect. Before COVID, there were many challenges facing the Catholic community. Our challenges go far beyond the concerns of the local church, a diocese or our nation. Scandal, lack of vocations, disenchantment with the Church, religious intolerance, global migration and international disorder affect the entire Church, and then came the pandemic.
Jesus told the Apostles: “Make disciples of all nations, baptizing them in the name of the Father, and of the Son, and of the holy Spirit, teaching them to observe all that I have commanded you.” (Mt. 28:19-20) The Apostles did as he said. The message is being taken to all nations. At times there is great success proclaiming the message and sometimes the People of God have not proclaimed the message well. Evangelization is still the work of the Church. The Second Vatican Council called for a “New Evangelization”.
Twenty years after the Council, Pope John Paul II called for a New Evangelization: “Evangelization will gain its full energy if it is a commitment, not to re-evangelize but to a New Evangelization, new in its ardor, methods and expression.”[1] The message of the gospel is dynamic. It must recognize the changing circumstances of the people whom we serve. Evangelization is not static. When there are circumstances that need a New Evangelization, new methods are necessary. “New methods” in evangelization do not condemn past methods of catechesis, but rather call on people to be open to the changing reality of the People of God.
After all that we have experienced during the COVID pandemic, let us be creative in responding to the challenges that we face in bringing people of faith together as a Eucharistic community seeking to give better testimony to the presence of Jesus in our lives. Let us be creative and faithful.
(Tomorrow, an example of ministry that recognizes and accepts changing circumstance of people whom we serve)
[1] Pope John Paul II address to CELAM in Haiti, 1983.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.