Called to missionary conversion / Llamados a la conversión misionera
Llamados a la conversión misionera
- Cada Iglesia particular, porción de la Iglesia católica bajo la guía de su obispo, está llamada a la conversión misionera… En orden a que este impulso misionero sea cada vez más intenso, generoso y fecundo, exhorto también a cada Iglesia particular a entrar en un proceso decidido de discernimiento, purificación y reforma.
El Papa Francisco a menudo junta términos de maneras que no son familiares. ¿Qué quiere decir, “conversión misionera”? Llamar a la “purificación y reforma” en la Iglesia nos llama a reconocer humildemente a las personas en la periferia de la sociedad y de la Iglesia. Con frecuencia, identificamos grupos de personas como “ellos”. “Ellos” no son parte de “nosotros”. Cada vez que hablamos de una clase de personas, ya sea buscando reconocer cualidades o debilidades, siempre hay una sensación de exclusión. “Ellos” no son “nosotros”. La conversión misionera significa caminar con el otro como hermano y hermana, compañeros en el camino de la vida.
Hace varios años, antes del COVID, mi hermano sufrió una enfermedad grave y estaba en el hospital sin saber si viviría o moriría. Mis hermanas, mi hermano y mi madre fueron lo más pronto posible para estar con él. Todos íbamos cuando podíamos. Nada más importaba. Estuvo en el hospital durante dieciséis días. Él es nuestro hermano. Todos viajamos varias distancias para estar con él. Mi cuñada comentaba coma la impresionó nuestra presencia todos los días que Marty estaba en el hospital. Nunca lo hubiéramos pensado dos veces antes de dejar todo lo demás en nuestras vidas para estar con él en ese momento.
Mientras nuestra congregación Redentorista quiere acoger a los migrantes de muchos lugares de la tierra, la “conversión misionera” nos llama a deshacernos de todo lo que nos separa de los hermanos y hermanas que buscan una vida segura, honorable, fiel y libre. Deshacernos de los prejuicios y del miedo a los demás exige siempre “discernimiento, purificación y reforma“. No es fácil estar presente con hermanos y hermanas que pueden estar desorientados, asustados, enojados y aislados mientras migran de una parte del mundo a otra. En sus heridas, es posible que a veces no los reconozcamos como hermanos y hermanas. La “conversión misionera” nos llama a amar a los migrantes, no como haitianos, cubanos, ucranianos, africanos o de todas las naciones de la tierra. Necesitamos amarlos como hermanos y hermanas.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Called to missionary conversion
- Each particular Church, as a portion of the Catholic Church under the leadership of its bishop, is called to missionary conversion…. To make this missionary impulse ever more focused, generous and fruitful, I encourage each particular Church to undertake a resolute process of discernment, purification and reform.
Pope Francis often brings terms together in ways that are not familiar. What does he mean, “missionary conversion”? Calling for “purification and reform” in the Church calls us to humibly recognize people on the periphery of society and the Church. Too often, we identify groups of people as “they”. “They” are not part of “we”. Every time we speak about a class of people, whether seeking to recognize qualities or weaknesses, there is always a sense of exclusion. “They” are not “we”. Missionary conversion means walking with the other as brother and sister, companions on the journey of life.
Several years ago, before COVID, my brother suffered a serious illness and was in the hospital uncertain if he was going to live or die. My sisters, brother and mother went as soon as possible to be with him. We all went when we could. Nothing else mattered. He was in the hospital for sixteen days. He is our brother. We all travelled several hundred miles to be with him. I remember my sister-in-law commenting on how impressed she was that every day that Marty was in the hospital, someone from the family was present. We never would have thought twice about dropping everything else in our lives to be with him at that moment.
As my Redemptorist community seeks to embrace migrants from many places on earth, “missionary conversion” calls us to rid ourselves of all that separates us from brothers and sisters seeking a life that is safe, honorable, faithful and free. Ridding ourselves of prejudice and fear of others always demands “discernment, purification and reform.” It is not easy to be present with brothers and sisters who may be disoriented, frightened, angry and isolated as they migrate from one part of the world to another. In their woundedness, we may at times not recognize them as brothers and sisters. “Missionary conversion” calls us to love migrants, not as Haitian, Cuban, Ukrainian, African or people from all the nations on earth. We need to love them as brothers and sisters.
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.