Redemptorist Missionaries: Who are the “most abandoned” – Misioneros Redentoristas: ¿Quiénes son los “más abandonados”?
¿Quiénes son los “más abandonados”?
Mientras los Redentoristas buscan servir a los “más abandonados”, a menudo nos encontramos luchando por decir “¿Quiénes son los más abandonados?” El concepto se debate a menudo entre nuestros cohermanos. En nuestras Constituciones y Estatutos decimos:
“Los más abandonados, a los que la Congregación es enviada de modo especial, son aquellos a quienes la Iglesia no ha podido proporcionar aún medios suficientes de salvación; los que nunca oyeron el mensaje de la Iglesia o no lo aceptan al menos como buena nueva, y finalmente aquellos a quienes perjudica la división de la Iglesia”. (C.SS.R. Const. 3)
- Aquellos a quienes la Iglesia no ha podido proporcionar aún medios suficientes de salvación.
Jesús envió a los apóstoles para que fueran y hicieran discípulos de todas las naciones, pero aún reconocemos que la Iglesia no está disponible para todas las personas. Esto no es solo una falta de alcance a las personas en lugares remotos de la tierra, sino que hoy en día hay comunidades que tuvieron servicios católicos en el pasado, pero que ahora están desatendidas. Muchas parroquias rurales que alguna vez fueron prósperas se han visto reducidas a ser misiones de comunidades más grandes. Algunos se han cerrado permanente. Muchas comunidades católicas en las zonas rurales de Estados Unidos ahora tienen que viajar distancias considerables para participar en los programas de preparación sacramental y de la Misa. Las limitadas vocaciones clericales y religiosas no satisfacen las necesidades de las comunidades rurales.
- Los que nunca oyeron el mensaje de la Iglesia, o no lo aceptan al menos “Buena Nueva”.
Cuando era director del Ministerio Campesino en Fresno, un sacerdote se puso muy enfermo. Se fue para recibir tratamiento, pero después de diez meses la diócesis tuvo que reemplazarlo en su parroquia. Durante su ausencia, otros tres sacerdotes y yo nos turnamos para cubrir la parroquia para las misas de fin de semana. Cuando fue necesario que lo reemplazaran como párroco, el director de personal se reunió con los feligreses para preparar el nombramiento de un nuevo párroco. Una feligresa preguntó: “¿Por qué no puede enviarnos al P. Mike?” Preguntó por qué me quería. Ella dijo: “Él es un estadounidense que no solo habla nuestro idioma. Él ama nuestra cultura y cuando habla de nuestra fe hispana, salimos de la iglesia orgullosos de ser católicos. Los otros sacerdotes simplemente nos regañan. Envíanos al p. Miguel.” Con demasiada frecuencia, la gente escucha un mensaje severo, en lugar de la misericordia y el amor de Dios.
- Aquellos a quienes perjudica la división de la Iglesia.
Esta preocupación por la división dentro de la Iglesia fue parte del discernimiento de nuestros líderes redentoristas hace más de treinta años. Lamentablemente, las divisiones dentro de la Iglesia son mucho más evidentes hoy que cuando se escribió esta declaración.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Who are the “most abandoned”?
As Redemptorists seek to serve the “most abandoned”, we often find ourselves struggling to state “Who are the most abandoned?” The concept is often debated amongst our confreres. In our Constitutions and Statutes, we say:
“The most abandoned, to whom in particular the Congregation is sent, are those for whom the Church has not yet been able to provide sufficient means of salvation, those who have never heard the Church’s message, or at least do not receive it as the “Good News”, and finally those who suffer harm because of division in the Church.” (C.SS.R. Const. 3)
- Those for whom the Church has not yet been able to provide sufficient means of salvation.
Jesus sent the Apostles to go and make disciples of all nations, yet we still recognize that the Church is not available to all people. This is not just a lack of outreach to people in remote places of the earth, but today there are communities that had Catholic services in the past, but are underserved today. Many once thriving rural parishes have been reduced to being missions of larger communities. Some have been closed permanently. Many Catholic communities in rural America now have to travel significant distances to participate in Mass and sacramental preparation programs. Limited clerical and religious vocations serve the needs of rural communities.
- Those who have never heard the Church’s message, or at least do not receive it as the “Good News”.
When I was the director for Campesino Ministry in Fresno, a priest became very ill. He went away for treatment, but after ten months the diocese had to replace him in his parish. During his absence three other priests and I took turns of covering the parish for weekend Masses. When it was necessary for him to be replaced as pastor, the personnel director met with the parishioners to prepare for naming a new pastor. A parishioner asked, “Why can’t you send us Fr. Mike?” He asked why she wanted me. She said, “He is an American who not only speaks our language. He loves our culture and when he speaks about our Hispanic faith, we walk out of church proud to be Catholics. The other priests just bawl us out. Send us Fr. Mike.” Too often, people hear a harsh message, rather than the mercy and love of God.
- Those who suffer harm from division within the Church.
This concern about division within the Church was part of the discernment of our Redemptorist leaders over thirty years ago. Sadly, the divisions within the Church are much more apparent today than when this statement was written.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.