Living in the Moment / Vivir en el momento
Vivir en el momento
“Al involucrarse en el ministerio hispano, un sacerdote debe aceptar tres cosas: las actividades comienzan cuando comienzan, terminan cuando terminan y ‘Padre, usted no está en control’. Si las acepta, le irá bien en el ministerio hispano”. Este fue el consejo de un misionero redentorista mayor cuando comencé a trabajar con latinos.
La flexibilidad y aprender a estar bien sin estar a cargo son virtudes que no son opcionales en el ministerio hispano. Ser capaz de responder en el momento es esencial cuando los pobres llaman nuestra atención. Hasta que caminé con los pobres, no me di cuenta de que planificar y programar eran lujos para las personas que tenían estabilidad en sus vidas. El desempleo, las preocupaciones sobre la inmigración y la pobreza dan como resultado necesidades urgentes que no se ajustan fácilmente a la agenda y la planificación.
Los Evangelios cuentan muchas historias de Jesús respondiendo en el momento a las necesidades de las personas que conoció. Piense en cuántos de sus encuentros con personas sólo ocurren una vez. Él da la vista a los ciegos, los cojos caminan, el leproso es sanado, la mujer adúltera no es condenada, la samaritana experimenta al Mesías y la hija de Jairo vuelve a vivir. No oímos de estas personas otra vez en los Evangelios. Jesús los sana y toca a todos en el momento en que acuden a él.
Nuestro ministerio debería ser más espontáneo. Si la gente en la época de Jesús experimentó la gracia en su momento de necesidad, la gente en el ministerio hoy necesita experimentar la gracia en el tiempo que tenemos. El lema para el ministerio con los migrantes debería ser: “Sólo tienes el tiempo que Dios te da”.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Living in the Moment
“When doing Hispanic ministry, a priest must accept three things: activities begin when they begin, they end when they end, and ‘Father, you are not in charge.’ If you accept these, you will do well in Hispanic ministry.” This was the advice of an older Redemptorist missionary when I began working with Latinos.
Flexibility and learning to be OK with not being in charge are virtues that are not optional in Hispanic ministry. Being able to respond in the moment is essential as the poor call for our attention. Until I walked with the poor, I did not realize that planning and scheduling were luxuries for people who had stability in their lives. Unemployment, immigration concerns, and poverty result in urgent needs that do not easily comply with schedules and planning.
The Gospels tell many stories of Jesus responding in the moment to the needs of people whom he met. Think of how many of his encounters with people only happen once. He gives sight to the blind, the lame walk, the leper is healed, the adulterous woman is not condemned, the Samaritan woman experiences the Messiah, and Jairus’ daughter is given life again. We do not hear of these people again in the Gospels. Jesus heals and touches them all in the moment that they come to him.
Our ministry should be more spontaneous. If people in Jesus’ time experienced grace in their moment of need, people in ministry today need to be more responsive in the time that we have. The motto for ministry with migrants should be, “You only have the time that God gives you.”
Donations for Redemptorist Migrant Ministry
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.