Honor the poor / Honrar a los pobres
Honrar a los pobres
Al considerar el ministerio con personas en los márgenes de nuestras iglesias, primero se debe honrar a los pobres. Tan pronto como una persona se acerca a nuestras comunidades eclesiales en busca de asistencia espiritual, especialmente la recepción de los sacramentos, comencemos con el respeto por la persona pobre. Uno de los hombres que vivía con nosotros en nuestra casa de jóvenes, Casa San Alfonso, reflexionaba sobre lo que nuestra comunidad significaba para él hace treinta años. Dijo que “desde el primer día que entré a la Casa, me sentí respetado.” Aprendí como respetar mi familia, mi historia y mi dignidad. La comunidad de Casa me hizo sentir orgullosa de estar con ellos. De ellos aprendí el respeto por mí mismo que no sentía en mis experiencias fuera de la Casa. Me animó el amor que sentía en la comunidad y supe que tenía que respetar y honrar a los demás como me sentía honrado.
Necesitamos un mayor respeto por aquellos que pueden no tener una educación formal en la fe, pero quieren encontrar una comunidad de apoyo y respeto. Cuando una persona cree que es digna, como hijo de Dios, puede entrar en una comunidad de fe. Si yo y otros somos hijos de Dios, debo encontrar formas de desarrollar formas de apoyar a otros, ya que siento el apoyo de muchos que me han inspirado en la fe.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Honor the poor
When considering ministry with people on the margins of our churches, one must first honor the poor. As soon as a person approaches our church communities seeking spiritual assistance, especially reception of the sacraments, we begin with respect for the poor person. One of the men who lived with us at our youth house, Casa San Alfonso, was reflecting on what our community meant to him thirty years ago. He said, from the first day that I walked into the Casa, I felt respected. The Casa community made me proud to be in their midst. From them I learned self-respect that I did not feel in my experiences outside the Casa. I was encouraged by the love that I felt in the community and knew that I had to respect and honor others as I felt honored.
We need greater respect for those who may not have formal education in the faith, but want to find a community of support and respect. When a person believes in their own self-worth, as children, they may enter a community of faith. If I, and others are children of God, I must find ways to develop ways to support others, as I feel the support of many who have inspired me in the faith.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.