Called to be prophets – Llamados a ser profetas
Llamados a ser profetas
Mi primer año en la escuela de Teología, en mi clase de Antiguo Testamento nos dieron un pasaje de las Escrituras para investigar y escribir un artículo. Mi texto fue Jeremías 1: 1-10. Es parte de la liturgia de hoy. “Desde antes de formarte en el seno materno, te conosco; desde antes de que nacieras, te consagré como profeta para las naciones”. (Jeremías 1:5)Jeremías respondió a Dios tratando de excusarse de ser profeta. Dijo que era demasiado joven, que nadie lo escucharía. El libro de Jeremías no fue escrito por un joven profeta, anunciando su llamado por Dios. Nos llega después de una vida de ser profeta reflexionando sobre su vida y dándonos cuenta de que desde su juventud fue llamado por Dios. Hubo muchas veces en su vida que quiso decir: “Deja que otro lo haga”.
Durante su vida, su honestidad sobre las cosas que estaban mal a su alrededor despertó en otros el deseo de matarlo. Al mismo tiempo, su enseñanza a los que sufrían era de aliento y confianza en Dios. Dios le dijo de joven que no tuviera miedo, Dios pondría las palabras en su boca. Después de escribir mi tarea sobre los primeros versículos de Jeremías, se convirtió en mi profeta favorito.
Un llamado para que todos sean profetas
La profecía se trata de guiar a las personas que buscan la comprensión de las cosas humanas y divinas. A veces se distorsiona en ideas de predicción del futuro, pero el mensaje de Jeremías llama al pueblo de Israel a confiar en Dios. Tenía discípulos que lo seguían, aprendiendo a ser profetas. Al hablar de su llamado desde su juventud, invita a los demás a escuchar a Dios llamándolos.
El profeta Isaías tuvo una experiencia similar en su juventud. Escuchó a Dios decir que necesitaba a alguien que hablara por él a la gente, e Isaías respondió: “Aquí estoy, envíame”. (Is. 6:8) Al considerar la llamada de Jeremías, reconozcamos que estamos llamados por Dios también. Hemos considerado nuestras excusas. “Soy demasiado joven.” “Soy demasiado viejo.” “Soy un pecador.” “Tengo mucho que hacer ya”.
El mundo necesita profetas
Durante los últimos días, he escrito sobre un mundo que necesita “buenas noticias”. Invito a la gente a considerar mis reflexiones de los últimos dos días, “No regaña…”, y “Sin vergüenza, solo alegría”. Necesitamos voces de esperanza, confianza y el amor de Dios para inspirar a los deprimidos por el mundo en que vivimos. Hay demasiadas voces de juicio, opresión y desesperación creando un ruido que disminuye el amor, el respeto y la alegría. No necesitamos “un profeta” o “una estrella mediática” para guiarnos. Necesitamos cada persona de fe “ordinaria” para proclamar el mensaje de esperanza y confianza en un Dios amoroso. Que todos podamos leer las palabras de Dios a Jeremías como palabras para cada uno de nosotros.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Called to be prophets
My first year in Theology school, in my Old Testament class we were given a scripture passage to research and write a paper on. My text was Jeremiah 1: 1-10. It is part of today’s liturgy. “Before I formed you in the womb, I knew you,before you were born, I dedicated you, a prophet to the nations I appointed you.” (Jer. 1:5) Jeremiah responded to God trying to excuse himself from being called to be a prophet. He said that he was too young, no one would listen to him. The book of Jeremiah was not written by a young prophet, announcing his call by God. It comes to us after a life as a prophet reflecting on his life and realizing that from his youth he was called by God. There were many times in life, he wanted to say, “Let someone else do it.”
During his life, his blunt honesty about things that were wrong around him aroused in others a desire to kill him. At the same time, his teaching to those who were suffering was encouragement and trust in God. God told him as a youth to not be afraid, God would put the words into his mouth. After writing my term paper on the first few verses of Jeremiah, he became my favorite of the prophets.
A call for all to be prophets
Prophecy is about guiding people seeking understanding of things human and divine. At times it becomes distorted into ideas of predicting the future, but the message of Jeremiah calls on the people of Israel to trust in God. He had disciples following him, learning to be prophets. Speaking of his being called from his youth, invites others to listen to God calling them.
The prophet, Isaiah, had a similar experience in his youth. He heard God saying that he needed someone to speak for him to the people, and Isaiah responded, “Here I am, send me.” (Is. 6:8) As we consider the call of Jeremiah, we recognize that we are being called by God. We have all considered our excuses. “I’m too young.” “I’m too old.” “I am a sinner.” “I have too much to do already.”
The world needs prophets
For the past few days, I have written about a world needing “good news”. I invite people to consider my past two days reflections, “Don’t scold…”, and “Without shame, only joy.” We need voices of hope, confidence and the love of God to inspire those depressed by the world in which we live. There are too many voices of judgement, oppression and despair creating noise that diminish love, respect and joy. We do not need “a prophet” or “a media star” to guide us. We need the “ordinary” people of faith to proclaim our message of hope and confidence in a loving God. May we all read the words of God to Jeremiah as words to each of us.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.