Be merciful / Levanta la misericordia humana
Levanta la misericordia humana
Acabamos de celebrar la fiesta de la Divina Misericordia. Durante mis reflexiones sobre la Divina Misericordia, tengo inquietud de ver misericordia para los de la periferia dentro de la Iglesia. Creo en la misericordia de Dios. Confío en la misericordia de Dios. Pero no encuentro la misericordia divina dentro de la Iglesia. En el mundo no tengo expectación de misericordia por el pecador, por el adicto, por el criminal, por la prostituta, por todos de la periferia. Pero, me preocupa la falta de una misericordia humana en comunidades de fe. En lugar de misericordia, en nuestras comunidades hay chisme, juicio, aislación, y abandono de la gente pobre.
Quiero pedir si los divorciados, los adictos, los sin casa, los homosexuales, los indocumentados, y tantos más experimentan amor y misericordia en nuestras iglesias. ¿Cuantos se sienten excluidos? ¿Cuantos se sienten castigados? Recuerda que Cristo fue castigado por comer, beber y convivir con los pecadores.
Después de la Resurrección, Cristo dijo a los apóstoles, “La paz, esté con ustedes.” Tenía que decirlo otra vez, “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Nosotros somos enviados para mostrar la misericordia, como Cristo mostró la misericordia de Dios. ¿Cómo pueden los pobres creer en la misericordia de Dios si no encuentra en nosotros una misericordia humana? Tenemos que negar chisme, juicio y abandono de los pecadores de hoy. Somos enviados por Jesús.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Be merciful
We have just celebrated the Feast of Divine Mercy. In my reflection on Divine Mercy, I am concerned to see mercy for those on the periphery within the Church. I believe in the mercy of God. I trust in the mercy of God. But I do not find divine mercy within the Church. In the world I have no expectation of mercy for the sinner, for the addict, for the criminal, for the prostitute, for everyone on the periphery. But, I am concerned about the lack of human mercy in communities of faith, Catholic and Protestant. Instead of mercy, in our communities there is gossip, judgment, isolation, and abandonment of poor people.
Do the divorced, the addicted, the homeless, the homosexual, the undocumented, and so many more experience love and mercy in our churches? How many feel excluded? How many feel punished? Remember that Christ was condemned by the Pharisees for eating and drinking with sinners.
After the Resurrection, Christ said to the apostles, “Peace be with you.” He had to say it again, “Peace be with you. As the Father has sent me, so I send you.” We are sent to show mercy, as Christ showed God’s mercy. How can the poor believe in God’s mercy if they do not find human mercy in us? We have to deny gossip, judgment and abandonment of today’s sinners. We are sent by Jesus.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.