Lenten Resolutions / Resoluciones para la Cuaresma
Resoluciones para la Cuaresma
Muchos de nosotros hacemos mandas para la Cuaresma. De niño, en la mayoría de nuestras resoluciones, renunciamos “a algo para la Cuaresma”. Renunciamos a dulces, refrescos, postres o algo que disfrutábamos hacer. Los adultos dejaron de fumar, de beber alcohol o de algún otro sacrificio. Veíamos menos televisión. Es posible que hayamos hecho algunas cosas positivas para la Cuaresma. En su mayor parte, comimos un poco más sano y oramos un poco más. La Cuaresma era un tiempo de “entrenamiento espiritual” o “ejercicio espiritual”.
Al entrar en nuestro viaje de Cuaresma, espero adquirir una mejor actitud al pensar en las personas que están al margen de la sociedad y la iglesia. Comienza por reconocer los prejuicios. Durante el Movimiento por los Derechos Civiles de las décadas de 1950 y 1960, muchas personas negaban el racismo con vehemencia, pero mi papá decía: “Soy racista, pero lo sé mejor”. Admitió sus prejuicios por el color de la piel, el idioma hablado, las creencias religiosas y las lealtades políticas. Entonces decía: “Sé que son mi hermano y mi hermana”.
El amor de papá por los negros, los hispanos, los inmigrantes y los menos afortunados de la sociedad provino de su propia experiencia de las dificultades de la vida. Vivió la Gran Depresión, el mundo en guerra y vio las luchas de sus padres inmigrantes para triunfar en los Estados Unidos. Su fe le enseñó no solo a amar a su prójimo, sino también a amar a sus enemigos.
Junto con el sacrificio y la oración durante la Cuaresma, descubramos formas de considerar a los que nos rodean como hijos de Dios. Oremos para que nuestras actitudes negativas hacia los demás se conviertan en amor. Cuando llega la Semana Santa, y escuchamos el nuevo mandamiento dado por Jesús, “Ámense unos a otros como yo los he amado”. Que podamos mostrar a lo largo de nuestro viaje de Cuaresma la capacidad de amar a aquellos en los márgenes de nuestra fe y comunidad.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Lenten Resolutions
Many of us make resolutions for Lent. As a child, most of our resolutions had to do with “giving up something for Lent.” We gave up candy, soda, deserts or something that we enjoyed doing. Adults gave up smoking, or alcohol, or some other sacrifice. We watched less TV. We may have done some positive things for Lent. For the most part we ate a little healthier and prayed a little more. Lent was a time of “spiritual spring training” or “spiritual exercise.”
As we enter our Lenten journey, I hope to gain a better attitude when thinking about people on the margins of society and church. It begins by recognizing prejudices. During the Civil Rights Movement of the 1950’s and 60’s, many people would deny racism vehemently, but my Dad would say, “I’m a racist, but I know better.” He admitted his prejudices because of color of skin, language spoken, religious beliefs and political loyalties. He then would say, “I know that they are my brother and my sister.”
Dad’s love for blacks, Hispanics, immigrants and those less fortunate in society came from his own experience of hardship in life. He lived through the Great Depression, the world at war and he saw the struggles of his immigrant parents to make it in the United States. His faith taught him to not only love his neighbor, but to love his enemies.
Along with sacrifice and prayer during Lent, let us discover ways to consider others around us as children of God. Let us pray that our negative attitudes towards others may be converted to love. When Holy Week arrives, and we hear the new commandment given by Jesus, “Love one another as I have loved you.” May we show throughout our Lenten journey the ability to love those on the margins of our faith and community.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.