Migrants: People on the Periphery / Migrantes: gente de la periferia
Migrantes: gente de la periferia
Cada cristiano y cada comunidad debe discernir el camino que el Señor nos señala, pero todos estamos llamados a obedecer su llamada a salir de nuestra propia zona de confort para llegar a todas las “periferias” necesitadas de la luz del Evangelio. (Papa Francisco, La alegría del Evangelio, 20)
¿Qué significa estar en la periferia? Significa pasar desapercibido, al margen de la sociedad, al margen, viviendo en las sombras. Cuando las personas pasan desapercibidas, es fácil ignorarlas. Al no reconocer su presencia, la vida ordinaria de las comunidades parroquiales puede dejarlos en la periferia. Hoy en día, los migrantes aparecen en las portadas de los periódicos, pero en el ministerio de la Iglesia suelen estar en la periferia.
En la encíclica, Caritas in veritate, el Papa Benedicto XVI afirma que la migración internacional es un “fenómeno social que marca época, que requiere una fuerte y clarividente política de cooperación internacional para afrontarlo debidamente”. Su complejidad desafía a las instituciones políticas, la economía, la seguridad, la fe y las familias. Entendió que no se podía esperar que ninguna nación abordara por sí sola los problemas actuales de la migración. Afirmó que todo migrante es una persona humana que, como tal, posee derechos fundamentales e inalienables que deben ser respetados por todos y en toda circunstancia. Y reconoció que el movimiento de personas no es únicamente un tema de migración. El turismo, la economía, la educación, la atención sanitaria, los problemas civiles, las guerras y los desastres naturales son factores que contribuyen a la migración mundial.
La Iglesia puede desempeñar un papel importante a la hora de abordar los desafíos que plantea la migración. Necesitamos ser audaces y creativos en nuestra respuesta a los migrantes, inmigrantes y refugiados. Este llamado a la cooperación internacional es urgente en este momento. El Papa Francisco señala en la Alegría del Evangelio que “las migraciones constituirán un elemento determinante del futuro del mundo”. Y nuestra respuesta no se trata de implementar programas de bienestar, sino de emprender un viaje junto con los migrantes del mundo. La migración de personas ha sido una constante en la historia de la humanidad, sin embargo, existen variaciones en la experiencia de los migrantes que ingresan a naciones y regiones de el mundo que son únicos para su tiempo y lugar.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Migrants: People on the Periphery
Each Christian and every community must discern the path that the Lord points out, but all of us are asked to obey his call to go forth from our own comfort zone in order to reach all the “peripheries” in need of the light of the Gospel. (Pope Francis, Joy of the Gospel, 20)
What does it mean to be on the periphery? It means to be unnoticed, on the fringes of society, on the margin, living in the shadows. When people are unnoticed, it is easy to ignore them. Since we do not recognize their presence, the ordinary life of parish communities may leave them on the periphery. Today, migrants are on the front pages of newspapers, but in Church ministry they are often on the periphery.
In the Encyclical Caritas in Veritate, Pope Benedict XVI, states that international migration is a “social phenomenon of epoch-making proportions that requires bold, forward-looking policies of international cooperation if it is to be handled effectively.” It’s complexity challenges political institutions, economics, security, faith, and families. He understood that no nation could be expected to address today’s problems of migration by itself. He asserted that every migrant is a human person who, as such, possesses fundamental, inalienable rights that must be respected by everyone and in every circumstance. And he recognized that the movement of people is not solely an issue of migration. Tourism, economics, education, health care, civil distress, wars, and natural disasters are contributing factors to global migration.
The Church can play an important role in addressing the challenges migration poses. We need to be bold and creative in our response to migrants, immigrants, and refugees. This call for international cooperation is urgent at this time. Pope Francis notes in the Joy of the Gospel that “Migrations, more than ever before, will play a pivotal role in the future of our world.” And our response is not a case of implementing welfare programs, but of undertaking a journey together with migrants of the world. The migration of people has been a constant in human history, yet there are variations in the experience of migrants entering nations and regions of the world that are unique to their time and place.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.