Memories of Casa San Alfonso / Recuerdos de la Casa San Alfonso
(Durante los próximos días, el Padre Migrante recuerda el ministerio que lo inició a caminar con migrantes e inmigrantes).
Recuerdos de la Casa San Alfonso
Noviembre siempre me trae a la mente la experiencia más significativa de mi vida como Redentorista. El 9 de noviembre de 1991 iniciamos un ministerio de iniciativa con los jóvenes. Todo comenzó cuatro años antes, cuando 300 jóvenes que estaban activos en los ministerios redentoristas de todo el mundo se reunieron en Pagani, Italia, para celebrar el 200 aniversario de la muerte de San Alfonso de Ligorio. Los organizadores de la celebración escucharon las esperanzas y sueños de los jóvenes y quedaron sorprendidos por lo que los jóvenes querían de los Redentoristas.
Después de expresar gratitud por el ministerio de los Redentoristas de casi treinta naciones, pidieron que los Redentoristas les permitieran ingresar a nuestras comunidades con mayor libertad. Querían entrar al claustro. No querían tener que pasar por puertas cerradas y concertar siempre una cita. Querían que los Redentoristas fueran sus amigos. Querían un contacto más personal. Querían compartir nuestras vidas y que entremos más plenamente en sus vidas. Querían acompañar a los Redentoristas en las misiones.
Los Redentoristas de todo el mundo comenzaron a experimentar con misioneros laicos que nos acompañaban en retiros, misiones nacionales e incluso misiones en el extranjero. De 1987 a 1991, los Redentoristas y los jóvenes celebraron convocatorias para desarrollar métodos de cooperación entre los Redentoristas y los jóvenes en misión. El gobierno General Redentorista desafió a cada Provincia a dedicar una o más comunidades a acoger a los jóvenes para que vivan y participen en la misión con los Redentoristas.
Después de tres encuentros de jóvenes y Redentoristas de América del Norte, el P. Patricio Keyes y el P. Miguel McAndrew pidieron permiso para explorar formas de iniciar una comunidad redentorista acogedora para los jóvenes. Visitamos iniciativas con jóvenes en España e Italia para ver cómo otros Redentoristas estaban respondiendo al desafío ofrecido por nuestro Superior General. Si bien la mayoría de los iniciados que vimos trabajaban con estudiantes universitarios y graduados, queríamos abrir nuestra puerta a los jóvenes de un barrio pobre del centro de la ciudad de Denver, Colorado.
El 9 de noviembre de 1991 se inició la Casa San Alfonso.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
(For the next few days, Padre Migrante remembers the ministry that initiated him in walking with migrants and immigrants.)
Memories of Casa San Alfonso
November always brings to mind the most significant experience of my life as a Redemptorist. On November 9, 1991, we began an initiative ministry with young people. It began four years earlier when 300 young people who were active in Redemptorist ministries around the world gathered at Pagani, Italy to celebrate the 200th anniversary of the death of St. Alphonsus Liguori. The organizers of the celebration listened to the hopes and dreams of the young people, and were surprised by what the young people wanted of the Redemptorists.
After expressing gratitude for the ministry of Redemptorists from nearly thirty nations, they asked that Redemptorists let them into our communities more freely. They wanted to enter the cloister. They did not want to have to pass through locked doors and always make an appointment. They wanted Redemptorist to be their friends. They wanted more personal contact. They wanted to share in our lives and that we enter more fully into their lives. They wanted to accompany Redemptorists on missions.
Redemptorists around the world began to experiment with lay missionaries accompanying us on retreats, home missions and even foreign missions. From 1987 to 1991, Redemptorists and youth held convocations to develop methods of cooperation of Redemptorists and young people on mission. The Redemptorist General government challenged each Province to dedicate one or more communities to welcoming young people to live with and participate on mission with Redemptorists.
After three gatherings of young people and Redemptorists of North America, Fr. Patrick Keyes and Fr. Mike McAndrew asked for permission to explore ways to initiate a Redemptorist welcoming community for youth. We visited youth initiatives in Spain and Italy to see how other Redemptorists were responding to the challenge offered by our Superior General. While most of the initiates we saw worked with college students and graduates, we wanted to open our doors to young people in a poor inner-city barrio in Denver, Colorado.
On November 9, 1991, Casa San Alfonso began.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.