Expectations and making adjustments / Expectativas y hacer ajustes
Expectativas y hacer ajustes
La semana pasada, hemos considerado las expectativas que otros proponen a ciertas personas o grupos. Es difícil vivir a las expectativas de otra persona, especialmente si nuestra expectativa personal no está alineada con los que juzgan a nosotros. Hay momentos cuando hay circunstancias o acciones de otros que interrumpen nuestras expectativas. Necesitamos aprender a aprovechar al máximo lo inesperado en nuestras vidas.
Siempre me gustaron los deportes, pero fue en el fútbol y el hockey que adquirí algunas características de por vida. En el fútbol, hay once jugadores en un equipo. Practicamos las habilidades de controlar, atrapar, pasar y disparar la pelota. No importa cuanto preparamos, durante el juego tenemos que responder a circunstancias fuera de nuestro control. Cuando un adversario cambia dirección de la pelota o un pase no era certero, el gran jugador se ajusta a los inesperado. Después de muchos años de jugar fútbol, me doy cuenta de que reaccionar y responder a lo inesperado sucede en muchos de los mejores momentos de la vida.
Al recordar cincuenta años de ministerio, doy cuenta de que mis momentos más memorables tuvieron lugar cuando tuve que responder a lo inesperado. A veces, incluso en los momentos más difíciles, hay gracia, esperanza, amor y alegría. En estos blogs, he contado historias de algunas personas que tocaron mi vida porque respondieron con gracia extraordinaria en momentos difíciles de la vida. Que todos aprecien la resiliencia de las personas que enfrentan los desafíos de la pobreza, la tragedia y el abuso con gracia y esperanza.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Expectations and making adjustments
This past week, we have considered expectations that others place on certain people or groups of people. It is difficult trying to live up to another person’s expectations, especially if our personal expectations are not in line with someone judging us or even trying to help us. There are times when our expectations may be interrupted by unforeseen circumstances or by actions of others. We need to learn how to make the most of the unexpected in our lives.
I always loved sports, but it was in soccer and hockey that I took on some lifelong characteristics. In soccer, there are eleven players on a team. We practiced the skills of dribbling the ball, trapping it, controlling it, passing and shooting. No matter how much we excelled in each of these skills, when the game was on, you repeated plays that you practiced, but you had to respond to any changing circumstance. An opponent changed direction of the ball, the pass was a little to the right or the left, too short or too long. When the pass was accurate, it was easy to receive and move forward, but when not so accurate, the great player adjusts to unexpected. After many years of playing soccer, I realize that reacting and responding to the unexpected happens in many of life’s best moments.
As I look back on fifty years of ministry, I realize that my most memorable moments took place when I had to respond to the unexpected. Sometimes, even in the most trying moments, there is grace, hope, love and joy. On these blogs, I have told stories of some people who touched my life because they responded with extraordinary grace in difficult moments of life. May all cherish the resilience of people who meet the challenges of poverty, tragedy and abuse with grace and hope.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.
