Honor the poor / Honrar a los pobres
Honrar a los pobres
Visitamos una casa migrante a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México que albergaba a unos cuarenta invitados. Mientras esperaban las citas en el Consulado, los huéspedes colaboraron cocinando y sirviendo la comida a las personas sin hogar que viven en las calles fuera del albergue. Alimentaron a casi 800 personas cada día. Las comidas fueron presentadas de manera digna. Voluntarios y migrantes prepararon y sirvieron la comida. En lugar de recibir comida en fila, sentaron a seis en una mesa como en un restaurante. Cuando se trajo la comida a la mesa, el servidor invitó a los migrantes a ofrecer una bendición de la comida. Después de la oración, los invitados se quedaron en la mesa hasta que todos terminaron. Cerraron con una oración antes de partir. La mesa fue limpiada y preparada para el siguiente grupo de invitados.
El ambiente de paz y tranquilidad de ese albergue fue notable cuando afuera del albergue vimos las condiciones más empobrecidas que vimos a lo largo de la frontera. Había signos de actividad de pandillas, adicciones, problemas de salud mental y dolor en el barrio. Durante una hora al día, las personas sin hogar recibieron más de una comida. Fueron honrados. Fueron respetados. Y no violaron la hospitalidad que recibieron.
No subestimes a las personas al margen de la sociedad. Ese refugio en Tijuana fue solo uno de los muchos que visitamos a lo largo de la frontera y, una y otra vez, conocimos a personas que respondían con gracia cuando eran tratadas con respeto.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Honor the poor
We visited a migrant shelter along the United States / Mexico border that housed about forty guests. While they awaited appointments at the Consulate, the guests pitched in cooking and serving the food to the homeless people living on the streets outside the shelter. They fed nearly 800 people each day. The meals were presented in a dignified manner. Volunteers and migrants prepared and served the food. Rather than receiving food in a line, they seated six to a table as in a restaurant. When the food was brought to the table, the server invited the migrants to offer a blessing of the food. After the prayer, the guests stayed at the table until all had finished. They closed with a prayer before leaving. The table was cleared and prepared for the next group of guests.
The peace and calm atmosphere of that shelter was remarkable when outside the shelter we saw the most impoverished conditions that we saw along the entire border. There were signs of gang activity, addictions, mental health issues and grief in the barrio. For one hour a day, the homeless received more than a meal. They were honored. They were respected. And they did not violate the hospitality that they received.
Do not underestimate people on the margins of society. That shelter in Tijuana was just one of the many that we visited along the border, and over and over, we met people who responded gracefully when they were treated with respect.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.
