Culture is healthy / La cultura es saludable
(Consideración de la cultura de las personas de cualquier nación, fe o grupo comienza con el reconocimiento del bien en el pueblo. Es la presencia de Dios dentro de la comunidad. Juan nos dice qué es una cultura de fe cuando nos dice que “Dios es amor”. [1 Jn. 4:7-21])
La cultura es saludable
Mi amigo es un U.S. Marine. Es un buen hombre, conocido por su lealtad y consideración. Ama a su familia, a todos sus antiguos compañeros de clase y a los compañeros de juegos. Es constante en su fe, acompañando y saludando a la gente en su iglesia. Es especialmente considerado con las personas con discapacidades de cualquier tipo. Es generoso más allá de su familia y su iglesia. Se jactará de su familia, sus amigos, su iglesia y su país, pero no se jactará de sus propios logros. Él apoya a todos los veteranos que sirvieron a su país, pero especialmente a un Marine, “Una vez un Marine, siempre un Marine, Semper Fi”. Esta es la cultura Marine.
Mi amigo también es conocido por tomar demasiadas cervezas y ha estado en varias peleas. Sería un error considerar sus defectos como su cultura. Como católico, a menudo ha confesado sus fracasos al cumplir con los códigos de su fe y de los Marines. Su cultura no teme admitir su vergüenza ante la debilidad, sino la confianza en que su virtud siempre brillará.
La Cultura Saludable revela el carácter
Recientemente, los Redentoristas identifican nuestra misión como: “Llamados a ser misioneros por un Mundo Herido”. Al considerar las heridas en el mundo, podemos sentirnos tentados a centrarnos de inmediato en los males del mundo que nos rodea y no reconocer la capacidad de recuperación y la bondad de las personas que nos rodean. Uso en exceso lo que me dijo un compañero redentorista cuando comencé a estudiar español como ejemplo, pero permítanme recordar una vez más el consejo que recuerdo todos los días cuando trabajo con personas hispanas. “Espero que no seas uno de esos que piensa que cuando aprende el español, ya sabe todo lo que necesita saber para trabajar con los latinos. Necesitas conocer las costumbres, la fe y ls lucha de mi pueblo. Si no caminas con mi pueblo, no te molestes en aprender español.”
Caminar con “mi pueblo” significaba caminar con los migrantes e inmigrantes, respetando sus esperanzas, sus valores, su fe y la búsqueda de una vida mejor para ellos y sus familias. Caminando con los migrantes, podemos recuperar las esperanzas, los valores y la fe de nuestros antepasados.
Podemos servir a un “mundo herido”. Lo hacemos reconociendo y celebrando nuestra cultura saludable. Como mi amigo, el Marine, reconociendo sus propios defectos, confesándolos y reconociendo que él es mejor que sus debilidades, podemos elevarnos por encima de nuestro prejuicio, nuestra pequeñez, nuestro chisme y nuestra terquedad. Las debilidades no son nuestra cultura, pero limitan nuestro testimonio de un Dios amoroso. Dios es amor.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
(Consideration of the culture of people of any nation, faith or group begins with recognition of good in people. It is the presence of God within the community considered. John tells us what a culture of faith is as he tells us that “God is love”. [1 Jn. 4:7-21])
Culture is healthy
My friend is a Marine. He is a good man, known for loyalty and consideration. He loves his family, all his former classmates and the playmates of his youth. He is constant in his faith, ushering and greeting people at his church. He is especially considerate of those with disabilities of any kind. He is generous beyond his family and his church. He will boast about his family, his friends, his church and his country, but not boast of his own accomplishments. He supports every veteran whoever served his or her country, but especially a Marine, “Once a Marine, always a Marine, Semper Fi.” This is Marine culture.
My friend is also known to have a few too many beers, and he has been in several fights. It would be an error to consider his defects as his culture. As a Catholic, he has often confessed his failures of living up to his codes of his faith and the Marines. His culture is not afraid to admit his embarrassment at weakness, but confidence that his virtue will always shine.
Healthy Culture reveals character
Recently, Redemptorists identify our mission as: “Called to be missionaries for a Wounded World.” In considering woundedness in the world, we may be tempted to immediately focus on the ills of the world around us and fail to recognize the resiliency and goodness of people in our midst. I overuse what a fellow Redemptorist told me when I began studying Spanish for an example, but let me remember once again the advice I recall every day as I work with Hispanic people. “I hope that you are not one of those who thinks that once you learn Spanish you know all that you need to know to work with Latinos. you need to know the customs, the faith, and the struggles of my people. If you will not walk with my people, don’t bother to learn Spanish.”
To walk with “my people” meant walking with migrants and immigrants, respecting their hopes, their values, their faith and their seeking a better life for themselves and their family. In walking with migrants, we can recover the hopes, values and faith of our ancestors.
We can minister to a “wounded world.” We do so be recognizing and celebrating our healthy culture. Like my Marine friend, recognizing his own defects, confessing them and recognizing that he is more than his weaknesses, we can rise above our prejudices, our pettiness, our gossip and our stubbornness. Our weaknesses are not our culture, but they limit our witness to a loving God. God is Love.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.