A preferential option for the poor – Una opción preferencial por los pobres
Una opción preferencial por los pobres
La Iglesia llama a los líderes de la iglesia a hacer una “opción preferencial por los pobres”. Jesús fue criticado por los fariseos porque comía y bebía con los pecadores. Su elección de entrar en la vida de los pobres y los pecadores fue un escándalo para los maestros de su tiempo. Cuando Jesús sanó a los leprosos, dio la vista a los ciegos, el oído a los sordos y la capacidad de caminar de nuevo a los paralíticos, la gente estaba asombrada. A medida que su reputación crecía, más y más personas buscaban a Jesús para que los ayudara.
Jesús siempre parece haber sabido lo que la persona realmente necesitaba. A veces era sanación, otras veces perdón. Tuvo paciencia con los pobres, llevándolos a revelar sus mayores necesidades. Lamentablemente, los pobres suelen dar a conocer su presencia y sus necesidades en momentos inoportunos. Es difícil ayudar al pobre “exigente”.
Desafortunadamente, una experiencia común después de la misa en una comunidad hispana es una avalancha de “los exigentes”. Muchas personas saliendo la Misa se acercan al sacerdote hablando rápidamente sobre el deseo de bautizar a los niños, las clases de catecismo, la bendición de artículos religiosos, “bendice mi auto”, bendiciones de la casa, etc. A menudo, la necesidad se presenta con gran urgencia.
La gran sabiduría de Jesús al enviar a sus discípulos a difundir las buenas nuevas fue enviarlos de dos en dos. Nuestro ministerio con los pobres no es responsabilidad de una sola persona. Es importante desarrollar las habilidades pastorales de muchas personas de fe para ayudar a los pastores y líderes religiosos en el cuidado de los pobres. Que todas las personas de fe se den cuenta de que todos debemos hacer una opción preferencial por los pobres.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
A preferential option for the poor
The Church calls on church leaders to make a “preferential option for the poor.” Jesus was criticized by the Pharisees because he ate and drank with sinners. His choosing to enter into the lives of the poor and sinners was a scandal to the teachers of his time. When Jesus healed lepers, gave sight to the blind, hearing to the deaf and the ability to walk again for paralytics, people were in awe. As his reputation grew, more and more people looked for Jesus to help them.
Jesus always appears to have known what the person really needed. Sometimes it was healing, other times forgiveness. He had patience with the poor, leading them to reveal their greatest needs. Unfortunately, the poor often make their presence and needs known at inconvenient moments. It is difficult to deal with the “exigente” (pushy) poor person.
Unfortunately, a common experience after Mass in a Hispanic community, is a rush of “los exigentes”. People leaving Mass approach the priest speaking very quickly about wanting to have children baptized, catechism classes, blessing of religious articles, “bless my car”, house blessings, etc. Often the need is presented with great urgency.
The great wisdom of Jesus in sending out his disciples to spread the good news was sending them out two by two. Our ministry with the poor is not the responsibility of only one person. It is important to develop the pastoral skills of many people of faith to assist pastors and religious leaders in caring for the poor. May all people of faith become aware of how we all need to make a preferential option for the poor.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.