St. Gerard Majella / San Gerardo Majella
San Gerardo Majella
San Gerardo es un santo cuya veneración comenzó entre personas agobiadas por la pobreza y el analfabetismo. Hubo poco en su ministerio que fuera dramático. Las personas a las que sirvió eran las personas no reconocidas que viven y trabajan en los pueblos y barrios de la clase trabajadora. Fue cocinero y servidor de los misioneros redentoristas de su comunidad. Fue una presencia de paciencia y gracia con personas a menudo desconocidas en la comunidad de la iglesia.
Durante sus cinco años como hermano laico en la congregación, Gerardo se destacó por su celo apostólico, paciencia en la enfermedad, amor a los pobres, profunda humildad ante las acusaciones falsas, obediencia heroica, espíritu de penitencia y constancia en la oración. Escribió numerosas cartas de dirección espiritual.
Como no era un autor, un predicador conocido, famoso por sus grandes obras, su canonización fue bastante inusual. La devoción a San Gerardo surgió entre la gente común. Popularmente se hizo conocido como el santo patrón de aquellas que experimentan dificultades con el embarazo. Que un hombre sea venerado con esa distinción es difícil de entender en nuestros tiempos, pero muestra cuán extraordinario fue realmente.
Al crecer en una comunidad atendida por Redentoristas, nuestras familias sabían que para las mujeres que tenían un embarazo difícil, él era el santo al que invocaban. Muchas familias tenían niños con el nombre de San Gerardo y su nombre era común en los nombres de Confirmación.
En lugar de prestarle tanta atención, oremos este día por todas las madres, especialmente por aquellas que han tenido dificultades para quedar embarazadas y aquellas que han tenido dificultades en el embarazo. Recordamos también a las madres que han perdido a un hijo en cualquier momento de la vida.
San Gerardo, ruega por nosotros.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
St. Gerard Majella
St. Gerard is a saint whose veneration began among people who were weighed down by poverty and illiteracy. There was little of his ministry that was dramatic. The people he served were the unheralded people who live and work in the towns and barrios of working-class people. He was cook and housekeeper for the Redemptorist missionaries of his community. He was a presence of patience and grace with people often unknown in the church community.
During his five years as a lay brother in the congregation Gerard was remarkable for his apostolic zeal, patience in sickness, love for the poor, deep humility in the face of false accusations, heroic obedience, spirit of penance, and constancy in prayer. He wrote numerous letters of spiritual direction.
Since he was not an author, known preacher, renowned for great works, his canonization was rather unusual. Devotion to St. Gerard arose from common people. He popularly became known as patron saint for those experiencing difficulty with pregnancy. That a man be venerated with that distinction, is hard to understand in our present time, but shows how extraordinary he truly was.
Growing up in a community served by Redemptorists, our families knew that for women having a difficult pregnancy, he was the saint people called on. Many families had boys named for St. Gerard and his name was common for Confirmation names.
Rather than pay so much attention to him, let us pray for all mothers this day, especially those who have had difficulty becoming pregnant and those who have had difficulties in pregnancy. We also remember mothers who have lost a child at whatever stage of life.
St. Gerard, pray for us.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.