Do what you do best / Haz lo que haces mejor
Haz lo que haces mejor
Hace seis meses, mientras consideraba mi quincuagésimo año como sacerdote, alguien me preguntó: “¿Qué vas a hacer durante los próximos cincuenta años?” Después de reírse un poco, dijo: “Decidas lo que decidas, haz lo que haces mejor.” Cuando miro hacia atrás en mis cincuenta años, lo que más aprecio de mi vida como sacerdote han sido mis treinta años en el Ministerio Hispano. Durante ese tiempo, ha estado caminando con personas que muchas veces no son apreciadas en la sociedad. Algunas personas los llaman “mano de obra no calificada”, “migrantes”, o “servidores”. Son trabajadores agrícolas, migrantes, trabajadores de mantenimiento, trabajadores de la industria de la construcción, jardineros y muchos que trabajan en la industria hotelera.
El grupo en particular con el que experimenté la mayor alegría fue con los inmigrantes rurales, especialmente los campesinos migrantes. Empecé a caminar con campesinos después de predicar misiones en comunidades rurales de 1996 a 2001. En 1997, ocupé el lugar de un pastor en Hood River, Oregon durante un mes mientras él se iba a estudiar español. Mientras estuve allí, organicé varias misiones parroquiales en Oregón y Washington. En 1998 y 1999, pasé dos veranos en The Dalles, Oregón, durante la cosecha de cerezas. Cada verano desde 2000 hasta 2010, dirigí un programa sacramental de verano para los hijos de trabajadores agrícolas en The Dalles, Oregón. Por el verano en 2007, trabajaba en el campo piscando fruta, viviendo con campesinos en California y Oregon.
Fue durante esos años que comencé a hacer lo que siempre consideré mi mejor ministerio. Celebrar misa en campamentos de migrantes, lecherías, parques de casas rodantes, granjas, huertos y viñedos me introdujo al ministerio de trabajadores campesinos. Esos fueron mis mejores años en el ministerio.
Cada persona experimenta la bendición de Dios de diferentes maneras y con diferentes congregaciones, pero al completar cincuenta años como sacerdote, comienzo un nuevo trabajo con la Red Católica de Campesinos Migrantes. Hace seis meses, cuando me dijeron: “Haz lo que haces mejor”, quise volver a participar en el ministerio de trabajadores agrícolas migrantes. Un mes después, me enteré de la necesidad de ayuda en CMFN. Esta semana, espero poder “hacer lo que hago mejor ” al comenzar mi trabajo con CMFN. No puedo prometer cincuenta años mientras mi amigo hizo su pregunta, pero estoy muy complacido de comenzar visitando el Ministerio de Migrantes de la Costa Este en Virginia el jueves.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Do what you do best
Six months ago, as I considered my fiftieth year as a priest, someone asked, “What are you going to do for the next fifty years?” After a bit of a laugh, he said, “Whatever you decide, do what you do best.” As I look back on my fifty years, what I cherish most about my life as a priest has been my thirty plus years in Hispanic Ministry. During that time, it has been walking with people who are often unappreciated in society. Some people call them “unskilled labor”, “migrants”, “servers”. They are farmworkers, migrants, maintenance, laborers in construction industry, gardeners, and many who work in hospitality industries.
The particular group with whom I experienced the most joy was with rural immigrants, especially migrant farm workers. I began walking with migrant farm workers after preaching missions in rural communities from 1996 to 2001. In 1997, I took a pastor’s place in Hood River, Oregon for a month while he went away to study Spanish. While I was there, I lined up several parish missions in Oregon, and Washington. In 1998 and 1999, I spent two summers in The Dalles, Oregon during the cherry harvest. Each summer from 2000 to 2010, I ran a summer sacramental program for the children of farm workers in The Dalles, Oregon. During the summer of 2007, I picked cherries and other fruit with migrants in California and Oregon, living in camps with other workers.
It was during those years that I began to do what I always considered my best ministry. Celebrating Mass at migrant camps, dairies, trailer parks, farms, orchards and vineyards introduced me to migrant farm worker ministry. Those were my best years in ministry.
Each person experiences the blessing of God in different ways and with different congregations, but as I complete fifty years as a priest, I begin a new job with Catholic Migrant Farmworker Network. Six months ago, when told, “Do what you do best,” I wanted to engage again in migrant farm worker ministry. One month later, I learned of the need for help in CMFN. This week, I hope that I may “do what I do best” as I begin my work with CMFN. I cannot promise fifty years as my friend asked his question, but I am very pleased to begin by visiting Eastern Shore Migrant Ministry in Virginia on Thursday.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.