Considerar COVID
Padre Migrante considera COVID
Me estoy volviendo loco COVID. Hoy celebro la misa en una comunidad que sufre la pandemia del coronavirus. Es una pequeña comunidad rural con una planta de procesamiento de alimentos, un brote en la escuela y algunas personas han sido descuidadas para protegerse de la enfermedad. Mis hermanas y amigos expresan preocupación. “Ponte tu máscara”. “Mantén distancia.” “Lávese las manos.” Les aseguro que haré todo lo que pueda para mantenerme a salvo, pero mi consideración hoy va más allá de la seguridad. Mis pensamientos son sobre ser misionero. “Oh Dios, tú eres mi Dios a quien busco”.
He sido bendecido con buena salud, pero estoy en edad de ser considerado de alto riesgo. Tomo precauciones por la pandemia, pero también reconozco que el celibato me libera de ciertas preocupaciones para que pueda ofrecer el ministerio incluso si puede comprometer mi seguridad personal. Hay personas al margen de la sociedad y nuestra iglesia que necesitan atención pastoral y espiritual en estos tiempos difíciles. Salir al encuentro de los pobres y marginados es mi vocación como misionero. Mi pueblo necesita la paz que la fe puede dar.
Durante la semana pasada, varias personas involucradas en el ministerio dieron positivo por COVID. Es difícil identificar cuándo o cómo las personas estuvieron expuestas a la enfermedad, pero al igual que muchas personas en el ministerio, tenemos la exposición de muchas maneras. Que Dios nos proteja a todos.
Padre Migrante considers COVID
I am going COVID crazy. Today, I am celebrating Mass in a community suffering from the coronavirus pandemic. It is a small rural community with a food processing plant, an outbreak in the school and some people have been careless about taking protection from the illness. My sisters and friends express concern. “Wear your mask.” “Keep distance.” “Wash your hands.” I assure them that I will do everything that I can to stay safe, but my consideration today goes beyond safety. My thoughts are about a missionary. “O God, you are my God whom I seek.”
I have been blessed with good health, but I am of an age to be considered high risk. I take precautions for the pandemic, but I also recognize that celibacy frees me of certain concerns so that I can offer ministry even if it may compromise my personal safety. There are people on the margins of society and our church that need pastoral and spiritual care in these difficult times. Going out to meet the poor and those on the margins is my vocation as a missionary. My people need the peace that faith can give.
During the past week, several people engaged in ministry tested positive for COVID. It is difficult to identify when or how the people were exposed to the illness, but as for many people in ministry, we have exposure in many ways. May God protect us all.