A New Adventure / Una nueva aventura
Una nueva aventura para el Padre Migrante
En junio, el Instituto de Estudios Pastorales de la Universidad de Loyola Chicago y la Red Católica de Campesinos Migrantes ofrecerán un programa por una semana de capacitación para líderes religiosos en el Ministerio Campesino. Nuestro foro es para personas que brindan atención pastoral a migrantes e inmigrantes que viven y trabajan en comunidades agrícolas. Como parte de mi preparación para este foro, espero publicar una secuela del libro La Fe del Migrante. He escrito muchos blogs sobre mi camino con los migrantes, especialmente aquellos que trabajan en pueblos pequeños y comunidades agrícolas. Publicaré en los blogs del Padre Migrante que pueden ser recordado a los lectores regulares. Aquí hay una muestra de mi nueva empresa.
Ministerio de Migración
El ministerio con los migrantes no fue una parte importante de mis primeros años como sacerdote. Pasé dos veranos enseñando catecismo en campamentos de migrantes, una vez en Idaho y otra vez en Wisconsin. En mi primera asignación, había pocos inmigrantes hispanos en la parroquia. Fueron quince años antes de mi introducción al ministerio con migrantes.
Diez años después de aprender español, pasé dos veranos en The Dalles, Oregón, ocupando el lugar de un sacerdote que se fue a estudiar español. Cada tarde celebré misa en diferentes campamentos de inmigrantes durante la cosecha de cerezas. El segundo verano, pregunté a la gente: “Si vuelvo el próximo verano, ¿qué podría hacer por ustedes más que las misas en el campamento?”. Una mujer tocó una fibra sensible. Ella dijo: “No necesitamos que usted sea nuestro abogado o trabajador social. Necesitamos que sea nuestro sacerdote”.
En otra misa, un campesino dijo: “Es más fácil para nosotros recibir ayuda de la Iglesia para alimentos, consejo sobre inmigración y otros servicios sociales que para nuestros hijos recibir su Primera Comunión”. Los trabajadores inmigrantes me dieron una idea de las dificultades que tienen los migrantes para obtener los servicios básicos y ordinarios de la Iglesia.
(Nuestro ministerio católico a los campesinos migrantes es inconsistente. Podemos hacerlo mejor).
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
A New Adventure for Padre Migrante
In June, the University of Loyola Chicago Institute for Pastoral Studies and the Catholic Migrant Farmworker Network will offer week training program for religious leaders in Farmworker Ministry. Our forum is for people providing pastoral care for migrants and immigrants living and working in agricultural communities. As part of my preparation for the coming forum, I hope to publish a sequel to the book, Migrant Faith. I have written many blogs about my journey with migrants, especially those who work in small towns and agricultural communities. I will post on the Padre Migrante blogs that may appear familiar to long time readers. Here is a sample from my new venture.
Migration Ministry
Ministry with migrants was not a significant part of my early years as a priest. I spent two summers teaching catechism in migrant camps, once in Idaho and once in Wisconsin. In my first assignment, there were very few Hispanic immigrants in our parish. It was fifteen years before, my introduction to migrant ministry began.
Ten years after I learned Spanish, I spent two summers in The Dalles, Oregon, taking the place of a priest who went away to study Spanish. Each evening, I celebrated Mass in different migrant camps during the cherry harvest. The second summer, I asked the people, “If I return next summer, what could I do for you more than the camp Masses.” One woman struck a nerve. She said, “We don’t need you to be our lawyer or social worker. We need you to be our priest.”
At another Mass, a farm worker said, “It is easier for us to receive assistance from the Church for food, immigration counsel, and other social services than for our children to receive their First Communion.” The migrant workers gave me a glimpse into the difficulties migrants have obtaining basic, ordinary services of the Church.
(Our Catholic outreach to migrant farm workers is inconsistent. We can do better.)
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.