Understanding Migration / Entender la migración
El arte de entender la migración
Después de dos meses visitando a “casas migrantes”, centros de servicios para migrantes y comunidades en México a lo largo de las rutas que siguen los migrantes a través de México, he experimentado la migración de una manera que no se puede aprender leyendo, estudiando y trabajando con inmigrantes dentro de los Estados Unidos. En las últimas semanas, escribí sobre cuánto solo puedo aprender caminando con los migrantes. Es una cosa saber sobre los gobiernos fallidos, el crimen organizado, los cárteles de la droga, las pandillas, la sequía, los terremotos y otros desastres que “empujan” a las personas a buscar una vida mejor y más segura en una nación aparentemente más estable. Es otra cosa escuchar a Diego y María (seudónimos) esperando una entrevista de asilo con sus tres hijos.
Le pregunté a Diego qué lo motivó a buscar asilo en los Estados Unidos. Diego es un trabajador calificado que trata de ocuparse de sus propios asuntos, pero después de dos años de buscar seguridad para su familia en su país, su familia comenzó su viaje migratorio. Hace dos años, recibió amenazas contra su hija de doce años. Por $1,000.00 (US), su hija no sería violada por cierta pandilla. Había fotos de ella yendo a la escuela, frente a su casa y mezclándose con amigas. La amenaza decía que, si violaban a su hija, sería su culpa. Después de denunciarlo a la policía, exigieron más dinero con más urgencia. La familia se mudó a otra ciudad. Después de un año, hubo otra amenaza. “Te encontramos, ahora debes pagar $3,000.00”. Pasaron a México legalmente como refugiados. Con parientes en Estados Unidos, quieren instalarse cerca de ellos.
No sé cómo irá el caso en la audiencia, pero la historia de Diego y María es solo uno de los dramas que se desarrollan en la frontera. Como he hablado con mucha gente que viene a buscar refugio, lo más destacable es la esperanza y la confianza que la gente tiene en la humanidad. Los migrantes tienen más confianza en la bondad de los demás que los demás en ellos. Tienen esperanza, incluso frente a grandes dificultades y contratiempos.
La abrumadora experiencia con los inmigrantes es con buenas personas. La gente mala es razón de migrar. Los migrantes afortunados encuentran seguridad y orientación en las casas migrantes y las comunidades de servicio. Dependiendo del flujo migrante, muchos no obtienen estos servicios y son víctimas de criminales y extorsionadores. Por favor oren por los migrantes.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
The Art of Understanding Migration
After over two months of visiting “casas migrantes”, migrant service centers and communities in Mexico along the routes migrants follow through Mexico and on the United States – Mexico border, I have experienced migration in a way that cannot be learned by reading, studying and working with migrants within the United States. Over the past few weeks, I wrote about how much that I am only understanding by walking with the migrants. It is one thing to know about the failed governments, organized crime, drug cartels, gangs, drought, earthquakes and other disasters that “push” people to seek a safer, better life in an apparently more stable nation. It is another thing to listen to Diego and Maria (pseudonyms) awaiting an asylum interview with their three children.
I asked Diego what moved him to decide to seek asylum in the United States. Diego is a skilled worker trying to mind his own business but after two years of seeking safety for his family in his own country, his family began their migrant journey. Two years ago, he received threats to his twelve-year-old daughter. For $1,000.00 (U.S.) his daughter would not be raped by a certain gang. There were photos of her going to school, in front of their home and mingling with friends. The threat read that if his daughter were raped it would be his fault. After reporting it to police, they demanded more money, and more urgency. The family moved to another town. After a year or so, there was another threat. “We found you, now you need to pay $3,000.00.” They passed into Mexico legally as refugees. With relatives in the United States, they want to settle near them.
I do not know how the case will go at the hearing, but the story of Diego and Maria is just one of the dramas taking place on the border. As I have spoken with many people coming to seek refuge, the most remarkable feature is the hope and trust that people have in humanity. The migrants have more trust in the goodness of others than others have in them. They are hopeful, even in the face of great difficulty and setbacks.
The overwhelming experience with migrants is with good people. The “bad guys” are the people whom they are fleeing. The fortunate migrants find safety and often even guidance in the casas migrantes and service communities. Depending on the flow of migrants, too many do not gain access to such services and can be victims of criminals and extortionists. Please pray for the migrants.
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.
