The joy of overcoming obstacles / La alegría de superar obstáculos
La alegría de superar obstáculos
Mi mayor alegría reside en “superar obstáculos”. Mamá solía decir que era el niño más fácil de complacer a la hora de hacer regalos. Solo “tenía que darme una pelota”. Los mejores regalos de mi infancia fueron pelotas, bates, guantes, zapatillas de tenis y patines de hielo. Cualquier cosa relacionada con el deporte, y yo era un niño feliz. Era uno de los niños más pequeños de mis clases. A menudo, los entrenadores me ignoraban por mi baja estatura y me costaba mucho jugar en los campos y las canchas. Luego, en noveno grado, entré en un seminario de secundaria y me presentaron al fútbol y al hockey. El tamaño no era tan importante como la velocidad y la agilidad.
Superar obstáculos en los deportes fue una metáfora de mi vida. Cuando supe que el carisma de los Redentoristas era trabajar con los “más abandonados”, quise servir a las personas con obstáculos en sus vidas. Llegué a reconocer que superar obstáculos en el deporte era menor comparado con superar los que enfrentan los migrantes, inmigrantes y personas marginadas de la Iglesia. Como Redentorista, ayudar a las personas a superar la pobreza, el abuso, las discapacidades, el alcoholismo, las adicciones, el racismo y la injusticia ha sido el enfoque de mi ministerio.
Como sacerdote en el ministerio parroquial durante diez años y director de vocaciones durante siete, mi pasión por servir a las personas marginadas de la Iglesia era con los alcohólicos y sus familias. Mi tesis de maestría fue “Cuidado Pastoral para Familias de Alcohólicos”. En el ministerio con alcohólicos, trabajé con personas cuya bondad a menudo se ocultaba tras los desafíos del alcoholismo. La recuperación basada en el miedo y la vergüenza rara vez perdura. Esencial para la recuperación del alcoholismo fue el reconocimiento de la propia bondad, dignidad y esperanza. Descubrir la propia bondad y la capacidad de aceptar el perdón, tanto de los demás como de uno mismo, brinda espacio para la recuperación y la vida.
Al comenzar mi camino con migrantes e inmigrantes, las lecciones aprendidas al trabajar con alcohólicos y sus familias me prepararon para mis treinta y cinco años en el ministerio hispano. Las mayores alegrías del ministerio migrante se reflejan en que los migrantes reconocen su propia bondad. Mi mayor alegría hoy es visitar a los jóvenes de Casa San Alfonso (1991-1996). Años después, muchos de ellos dicen: «Viste en nosotros algo bueno que no reconocíamos. Somos quienes somos hoy gracias a la Casa».
La alegría hoy reside en ver a personas, a menudo difamadas por la sociedad, que superan las expectativas de la sociedad.
***************************************
Para recibir “Camina con mi Pueblo, Una Vida en el ministerio de migración”, se puede realizar un pedido a través del siguiente enlace. Animo a todos a quienes pueda contactar, especialmente a los seguidores de Padre Migrante, CMFN, PCMRT, a que utilicen el código 25004 para obtener un 10% de descuento. Hay descuentos mayores para pedidos al por mayor.
https://www.liguori.org/walk-with-my-people-a-life-in-migration-ministry.html
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
The joy of overcoming obstacles
My greatest joy comes in “overcoming obstacles.” Mom often said that I was the easiest child to please in gift giving. All she “had to do was give me a ball.” The best gifts of my childhood were balls, bats, gloves, tennis shoes and ice skates. Anything having to do with sports, and I was a happy child. I was one of the smallest boys in my classes. Often coaches would overlook me because I was so small, and I had difficulty getting any playing time on the fields and courts. Then in ninth grade, I entered a high school seminary, and was introduced to soccer and hockey. Size was not as important as speed and agility.
Overcoming obstacles in sports was a metaphor for my life. When I learned that the charism of the Redemptorists was to work with the “most abandoned,” I wanted to serve people with obstacles in their lives. I came to recognize that overcoming obstacles in sports was minor compared to overcoming the obstacles faced by migrants, immigrants and people on the margins of the Church. As a Redemptorist, helping people overcome poverty, abuse, divorce, discrimination, handicaps, alcoholism, addictions, racism, and injustice has been the focus of my ministry.
As a priest in parish ministry for ten years and vocation director for seven, my passion for serving people on the margins of the Church was working with alcoholics and their families. My Master’s thesis was “Pastoral Care for Families of Alcoholics.” In ministry with families of alcoholics, I worked with people whose goodness was often hidden behind the challenges of alcoholism. Recovery based on fear and shame rarely lasts. Essential to recovery from alcoholism was recognition of one’s goodness, dignity and hope. Discovery of one’s goodness and the ability to accept forgiveness both from others and from oneself provides space for recovery and life.
When beginning my walk with migrants and immigrants, lessons learned in working with alcoholics and their families prepared me for my thirty-five years in Hispanic ministry. The greatest joys of migrant ministry are reflected in migrants recognizing their own goodness. My greatest joy today is visiting with the youth of Casa San Alfonso (1991-1996). Years later many of them say, “You saw good in us that we did not recognize in ourselves. We are who we are today because of the Casa.”
Joy today comes in watching people, often those maligned in society, who exceed society´s expectations.
**************************************
To receive “Walk with My People, a Life in Migration Ministry,” one can order through the following link. I encourage everyone whom I may reach, especially followers of Padre Migrante, CMFN, PCMRT, to use the code 25004 for a 10% discount. There are larger discounts for bulk orders.
https://www.liguori.org/walk-with-my-people-a-life-in-migration-ministry.html
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.