Migrant Ministry in Fresno in 1908 to 1950’s / Ministerio Migrante en Fresno 1908-1950’s
Ministerio Migrante en Fresno 1908-1950’s
En 2008, prediqué una misión parroquial en Kingsburg, California. Me presenté como Redentorista y le platiqué a la congregación que uno de nuestros Redentoristas había viajado a la zona en la década de 1920, predicando misiones de la capilla sobre ruedas de Santa Teresita. Después de la Misa, dos ancianas me dijeron que habían recibido su primera Comunión del P. Leo Kulleck, CSsR, en su primera misión en la capilla sobre ruedas.
Tenga en cuenta que la capilla de la capilla Santa Teresita, se consideraba una parroquia que servía a personas que no tenían una parroquia local para los agricultores y los campesinos que comenzaban a formar pequeños pueblos en la zona rural de California. Los misioneros redentoristas ayudaron a organizar a los católicos en pueblos pequeños mientras desarrollaban parroquias desde 1908 hasta la década de 1950.
Este artículo, de los anales de la Diócesis de Fresno, cuenta la historia del ministerio de la capilla sobre ruedas.
La capilla sobre ruedas de Santa Teresita fue bendecida y consagrada por el Obispo MacGinley en el cumpleaños de Washington, el 22 de febrero de 1929, justo a tiempo para la temporada de Cuaresma. El Reverendo Leo Kulleck, CSsR, recién asignado a San Alfonso, aceptó con entusiasmo la asignación de conducir la capilla sobre ruedas y ministrar desde o fuera de ella. La fluidez del Padre en español y portugués sería de gran utilidad en este nuevo ministerio, aunque el primero era más esencial que el segundo.
Su primer acto oficial registrado en la capilla fue administrar la Sagrada Comunión a treinta y cuatro niños en el campamento Tagus Ranch (cerca de Tulare) el domingo de Pascua, 31 de marzo de 1929. Cerca del final del primer año, el P. Kulleck notó que había ministrado no sólo desde el altar trasero de la capilla, sino también en casas privadas, chozas, tiendas de campaña, graneros e iglesias abandonadas, con mayor frecuencia en el Valle de San Joaquín.
Una vez comentó el Padre Leo que uno de los desafíos que él y sus ‘feligreses’ enfrentaban tenía que ver con la falta de electricidad en la mayoría de los sitios que visitaba. Se consumían muchas velas poco después del atardecer y todos los participantes aprendieron a funcionar casi en la oscuridad, ya que las velas pequeñas en espacios grandes no daban la luz adecuada.
Además, afirmó que celebrar la Misa al aire libre durante una tormenta también presentaba sus propios problemas, ya que era raro que alguien tuviera un paraguas para proteger al sacerdote y la hostia durante la Comunión. Algunos de los lugares que el Padre Kulleck visitó ese primer año incluyeron a Cortez en el área de Ballico (cerca de Livingston), Ávila, Morro Bay, New Monterey, Castroville, Hornitos, Merced Falls, El Tejón y DiGiorgio Farms (área de Delano).
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Migrant Ministry in Fresno in 1908 to 1950’s
In 2008, I preached a parish mission in Kingsburg, California. I introduced myself as a Redemptorist and told the congregation that one of our Redemptorists had traveled to the area in the 1920s, preaching missions from the Santa Teresita chapel car. After Mass, two elderly women told me they had received their first Communion from Fr. Leo Kulleck, CSsR, at his first mission from the chapel car.
Note that the chapel car was considered a parish, that served people who did not have a local parish to consider as a home for farmers and farmworkers beginning to form small towns in rural California. Redemptorist missionaries help organize Catholics in small towns as they developed parishes from 1908 to the 1950’s.
This article, from the annals of the Diocese of Fresno, tells the story of the chapel car ministry.
The Santa Teresita Chapel Car was blessed and consecrated by Bishop MacGinley on Washington’s birthday, February 22, 1929, just in time for the Lenten season. Reverend Leo Kulleck, CSsR, newly assigned to Saint Alphonsus, eagerly accepted the assignment of driving the Chapel Car and ministering from or out of it. The Father’s fluency in Spanish and Portuguese would serve well in this new ministry, although the former was more essential than the latter.
His first recorded official Chapel Car act was administering Holy Communion to thirty-four children at the Tagus Ranch Camp (near Tulare) on Easter Sunday, March 31, 1929. Near the end of the first year, Fr. Kulleck noted that he had ministered not only from the car’s rear altar, but in private homes, shanties, tents, barns, and abandoned churches, most often in the San Joaquin Valley.
He once commented that one of the challenges he and his ‘parishioners’ faced had to do with the absence of electricity in most of the sites he visited. Many candles were consumed shortly after sunset and all participants learned to function in near darkness, as small candles in large spaces did not give very adequate light.
He further stated that conducting Mass in the open during a rainstorm also presented its own set of problems, as it was a rarity when anyone had an umbrella to shelter the priest and host during Communion. Some of the locales visited by Fr. Kulleck that first year included Cortez in the Ballico Area (near Livingston), Avila, Morro Bay, New Monterey, Castroville, Hornitos, Merced Falls, El Tejon, and DiGiorgio Farms (Delano area).
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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.