The phenomenon of migration / El fenómeno de la migración
El fenómeno de la migración
Todos los días escuchamos de las tragedias en todo el mundo que dejan a las personas sin hogar, impotentes y desesperadas. En el mundo actual impulsado por los medios, vemos guerras en todo el mundo, desastres naturales como inundaciones, terremotos, sequías y pandemias. Algunos huyen de la persecución religiosa y el genocidio. Vemos la formación de caravanas que mueven personas a través de México desde naciones de América Central y del Sur.
El fenómeno de la migración ha sido parte de la historia humana desde el comienzo de la civilización. Hay mucho que la historia humana puede enseñarnos sobre cómo responder bien y mal a la migración de personas. Si bien se puede decir que siempre ha habido personas moviéndose alrededor del mundo, la gran cantidad de personas que migran en este momento mueve a más personas a ingresar al mundo de la migración que en momentos históricos.
En 2009, el Papa Benedicto XVI escribió que, como resultado de la migración en masas “estamos ante un fenómeno social que marca época, que requiere una fuerte y clarividente política de cooperación internacional para afrontarlo debidamente” (Caritas in veritate, 62, June 29, 2009). Lamentablemente, la migración global se ve complicada por las respuestas gubernamentales ineficaces de casi todas las naciones del mundo. Es difícil encontrar una cooperación internacional significativa en la protección de los derechos, esperanzas y sueños de los migrantes. La falta de voluntad política para crear políticas que protejan los derechos de todos magnifica los desafíos de la migración, en lugar de manejar los desafíos del movimiento de personas.
El Papa Juan XXIII abordó los derechos de libre circulación de las personas dentro y fuera de sus países de origen. Mientras reflexiono durante los próximos tres días sobre su declaración en Pacem in Terris, personalmente recuerdo y valoro la migración de mis abuelos a este país desde Europa hace más de 100 años. Invito a las personas a recordar las historias de sus propios padres, abuelos y familiares mientras consideramos el derecho humano a emigrar.
Derecho de residencia y emigración
- Ha de respetarse íntegramente también el derecho de cada hombre a conservar o cambiar su residencia dentro de los límites geográficos del país; más aún, es necesario que le sea lícito, cuando lo aconsejen justos motivos, emigrar a otros países y fijar allí su domicilio. El hecho de pertenecer como ciudadano a una determinada comunidad política no impide en modo alguno ser miembro de la familia humana y ciudadano de la sociedad y convivencia universal, común a todos los hombres. (Pacem in Terris, 1963)
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
The phenomenon of migration
Every day we hear of tragedies around the world that leave people homeless, powerless and desperate. In today’s media driven world, we see wars taking place around the world, natural disasters from floods, earthquakes, drought and pandemics. Some are fleeing religious persecution and genocide. We see the formation of caravans moving people through Mexico from nations of Central and South America.
The phenomenon of migration has been a part of human history since the beginning of civilization. There is much that human history can teach us about responding well and poorly to the migration of people. While it may be said that there have always been people moving around the world, the vast number of people migrating at this time moves more people to enter the world of migration than previous historical moments.
In 2009, Pope Benedict XVI wrote, that as a result of mass migration “we are facing a social phenomenon of epoch-making proportions that requires bold, forward looking policies of international cooperation if it is to be handled effectively” (Caritas in veritate, 62, June 29, 2009). Sadly, global migration is complicated by ineffective government responses from almost all nations of the world. It is hard to find significant international cooperation on protections of the rights, hopes and dreams of migrants. The lack of political will to create policies that protect the rights of all magnifies the challenges of migration, rather than handling the challenges of the movement of people.
Pope John XXIII addressed the rights of freedom of movement of people within and outside of their countries of origin. As I reflect for the next three days on his statement in Pacem in Terris, I personally remember and cherish the migration on my grandparents to this country from Europe over 100 years ago. I invite people to remember the stories of their own parents, grandparents and relatives as we consider the human right to emigrate.
The Right to Emigrate and Immigrate
- Every human being has the right to freedom of movement and of residence within the confines of his own State. When there are just reasons in favor of it, he must be permitted to emigrate to other countries and take up residence there. The fact that he is a citizen of a particular State does not deprive him of membership in the human family, nor of citizenship in that universal society, the common, world-wide fellowship of men.(Pacem in Terris, 1963)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.