Restored order / Restauración del Orden
Restauración del Orden
Hay un movimiento en la Iglesia para restaurar el orden de los sacramentos de iniciación, Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Me siento cómodo con la restauración del orden, pero temo cómo se implementará. No es el orden de los sacramentos lo que me llamaron la atención los campesinos migrantes cuando comencé a trabajar con los migrantes. La preocupación era que debido a que el migrante es transitorio en su trabajo, no tiene un lugar para identificarse como “hogar”. Muchos trabajadores, cuyos trabajos varían de una temporada a otra, se mudan con frecuencia para estar más cerca de donde hay oportunidades de trabajo. La incertidumbre y la inestabilidad de sus vidas hacen que los largos programas de preparación para los sacramentos sean una barrera para su participación. Rara vez estos trabajadores experimentan flexibilidad o comprensión en las parroquias.
Después de considerar declaraciones de varias diócesis sobre el tiempo requerido para la preparación para los dos sacramentos, los pobres, las personas sin hogar y los trabajadores temporeros pueden encontrar que la “restauración del orden” será una exclusión de la vida sacramental de la Iglesia. Un programa que incluye cuarenta o más lecciones y dos años para completar dejará a casi todas las personas con las que he trabajado en el ministerio campesino excluidas de la recepción de los sacramentos.
Apoyo plenamente la restauración del orden de los sacramentos de iniciación, pero la forma de implementarlos debe comprender la inestabilidad de la vida de las personas marginadas de la sociedad y de la Iglesia. Los programas de larga duración y los requisitos rígidos hacen difícil imaginar que se aborden las preocupaciones de La Alegría del Evangelio, párrafo 200.
“Quiero expresar con dolor que la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. La inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe. La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria”.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Restored order
There is a movement in the Church to restore the order of the sacraments of initiation, Baptism, Confirmation and Eucharist. I am comfortable with the restoration of the order, but am fearful of how it will be implemented. It is not the order of the sacraments that migrant farmworkers called to my attention when I began working with migrants. The concern was that because the migrant is transient in their work, they do not have a place to identify as “home”. Many workers, whose jobs vary from season to season, move frequently to be closer to where there are opportunities for work. The uncertainty and instability of their lives make long programs of preparation for the sacraments a barrier to their participation. Seldom do these workers experience flexibility or understanding in parishes.
After considering statements from several dioceses about the time required for preparation for the two sacraments, the poor, the homeless, and the seasonal worker may find the “restored order” an exclusion from the sacramental life of the Church. A program that includes forty or more lessons and two years to complete will leave almost every person with whom I have worked in farmworker ministry excluded from reception of the sacraments.
I fully support restoring the order of the sacraments of initiation, but how they are to be implemented needs to understand the instability of life for people on the margins of society and the Church. Programs of long duration and rigid requirements make it difficult to imagine addressing the concerns of The Joy of the Gospel, paragraph 200.
“I want to say, with regret, that the worst discrimination which the poor suffer is the lack of spiritual care. The great majority of the poor have a special openness to the faith; they need God, and we must not fail to offer them his friendship, his blessing, his word, the celebration of the sacraments and a journey of growth and maturity in the faith. Our preferential option for the poor must mainly translate into a privileged and preferential religious care.”
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.