Recognize moments of grace – Misas Especiales
Misas Especiales
Hay muchas veces en el ministerio con migrantes e inmigrantes hispanos, celebramos Misa para honrar las tradiciones de sus naciones o comunidades de origen. Después de la muerte de un ser querido, las comunidades ofrecen un novenario, rezando el rosario en la casa del difunto durante nueve días. A menudo puede haber una Misa ofrecida el noveno día. En comunidades rurales, las celebraciones de San Isidoro incluyen la bendición de implementos agrícolas y animales. Puede haber la bendición de los animales en la fiesta de San Francisco de Asís. El ganado, las vacas y los caballos pueden ser bendecidos en la fiesta del Beato Sebastián de Aparicio (el patrón de los vaqueros). Algunas de las fiestas no están en el Misal Romano de los Estados Unidos.
Hay Misas especiales para celebraciones familiares de cumpleaños, aniversarios y momentos de duelo. En muchos de estos momentos, asistirán personas de fuera de la parroquia local, por eso, frecuentemente, el párroco no conozca a muchos de los asistentes. Muchos pueden tener una experiencia poco frecuente con la celebración católica de la Misa o pueden ser de otras religiones. Son momentos de enseñanza. Son oportunidades de evangelización y de acogida. La homilía es un tiempo para animar a las personas de fe e invitar a los que están al margen de la iglesia a sentirse en casa en el amor y la misericordia de Dios.
Celebrar misas en granjas, viñedos, huertas, lecherías, y campamentos de campesinos me presentó a personas fieles que a menudo no asisten misa en parroquias ordinarias. Cuando era director del ministerio campesino en Fresno, el obispo John Steinbock reconoció la fe de las personas que a menudo no pueden participar en la vida normal de sus parroquias. Reconoció los horarios de trabajo de la gente, la falta de acceso que tenían muchos campesinos al transporte a las iglesias rurales, y el estrés de la inseguridad de inmigración de muchos trabajadores. Disfrutó de las Misas de Primera Comunión y Confirmación que ofrecimos en campamentos, granjas y parques. Reconoció la necesidad de que el sacerdote reconozca la fe de los pobres que a menudo no asisten a la misa dominical en un discurso dirigido a todo el clero de Fresno.
Jesús se encontraba principalmente entre los pobres, los enfermos, los cojos, los afligidos, los oprimidos, los marginados, los leprosos, los cobradores de impuestos y los despreciados por la alta sociedad. A ellos especialmente Jesús les proclamaba el Reino y el amor de Dios. ¿Quiénes son estas personas en nuestra sociedad y en nuestras parroquias? Son los pobres, las familias desamparadas, los trabajadores agrícolas y sus familias, los migrantes, los indocumentados, los enfermos, los prisioneros. La gran mayoría de estas personas solo asisten a misa de vez en cuando.
Estas reflexiones hablan de los que viven en el margen de la Iglesia, en carros, en campos de trabajo, en grupos aislados de casas, y en granjas y lecherías a través de la diócesis sin el lujo del transporte y sin estabilidad en sus vidas. Debemos ayudar pastoralmente, especialmente a aquellos que Nuestro Señor ama de una manera especial. Para ellos es el Reino de Dios.
“Proclamando el Reino de Dios”
Obispo John T. Steinbock
Convocación Diocesana de Fresno, enero 2010
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
Special Masses
There are many times in ministry with Hispanic migrants and immigrants, we celebrate Mass to honor traditions of their nations or communities of origin. After the death of a loved one, communities offer a novena, praying the rosary in the home of the departed for nine days. Often there may be a Mass offered on the ninth day. In rural communities, celebrations of St. Isidore include the blessing of farm implements and animals. There may be the blessing of animals on the feast of St. Francis of Assisi. Cattle, cows and horses may be blessed on the feast of Blessed Sebastian de Aparicio, (he is the patron of cowboys.) Some of the feasts are not in the Roman Missal of the United States.
There are special Masses for family celebrations of birthdays, anniversaries and moments of grief. At many of these moments, there will be people attending from outside a local parish, so the pastor may not know many of the attendees. Many may have infrequent experience with Catholic celebration of Mass and may be of other religious faiths. They are teaching moments. They are opportunities for evangelization and welcome. The homily is a time for animating people of faith and inviting those of the fringe of the church to feel at home in the love and mercy of God.
Celebrating Masses on farms, vineyards, orchards, dairies, migrant camps and trailer parks introduced me to faithful people who are often unnoticed in ordinary parish ministry. When I was director for campesino ministry in Fresno, Bishop John Steinbock recognized the faith of people often unable to participate in the regular life of their parishes. He recognized the work schedules of the people, the lack of access that many campesinos had to transportation to the rural churches, and the stresses of uncertain legal status of many workers. He enjoyed the First Communion and Confirmation Masses that we offered in camps, farm buildings and parks. He recognized the need for priest to recognize the faith of the poor who often are not attending Sunday Mass in an address to all the clergy of Fresno.
Jesus was found mostly amongst the poor, the sick, the lame, the suffering, the oppressed, the marginalized, the leper, tax collectors, those looked down upon and despised by the upper class. It was to these especially that He proclaimed the Kingdom of God, and manifested God’s love. Who are these people in our present society, and those within our parishes? They are the poor, the homeless families, the farm workers and their families, the migrant, the undocumented, the sick, the imprisoned. The vast majority of these people rarely come to Mass.
These reflections are speaking of those that live on the margin of the Church, living in cars, in labor camps, in isolated clusters of homes, and those that work on the farms and dairies found throughout our diocese, so often without the luxury of transportation and of living a normal scheduled life. We should be pastoral, especially to those that our Lord loves in a special way. It is just such as these that the Kingdom of God is comprised.
“Proclaiming the Kingdom of God”
Bishop John T. Steinbock
Fresno Diocesan Convocation, 2010
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.