13. Lent: Caminado con Juan Diego – Walking with Juan Diego
Caminado con Juan Diego
Cuando comencé a caminar con los migrantes mexicanos, era obvio que necesitaba aprender y amar a Nuestra Señora de Guadalupe. Al comienzo de caminar con el pueblo, enfoqué en la Virgen y en la devoción de la gente. La historia de las apariciones proviene del poema Nican Mopohua. El Nican Mopohua formó la base del drama de las apariciones de nuestro grupo de jóvenes cada 12 de diciembre. Aunque sabía de las apariciones, pasaron varios años antes de que estudiara seriamente al Nican Mopohua.
En la canonización de San Juan Diego, el Papa Juan Pablo II llamó a Juan Diego, el modelo de conversión indígena. Después de la canonización en 2002, comencé a estudiar el Nican Mopohua considerándolo desde la perspectiva de Juan Diego. El Nican Mopohua fue escrito muchos años después de las apariciones. La historia se transmitió en la tradición oral y la devoción se desarrolló entre los pobres, la comunidad indígena y la clase trabajadora. Mientras estudiaba el Nican Mopohua, traté de imaginar la experiencia de Juan Diego.
La historia comienza con Juan Diego caminando por los cerros de Tepeyac. Recientemente se bautizó y cambió su nombre a Juan Diego. Tenía la costumbre de caminar alrededor de nueve millas sobre las montañas el sábado. Fue a México para escuchar la enseñanza de los frailes. Después de la misa del domingo volvería a su casa. Es un buen modelo de conversión que no se contenta con ser bautizado. Quería aprender más. Mientras caminaba por los cerros, se gloriaba de la belleza de la naturaleza que lo rodeaba. Se maravilló del canto de los pájaros. Se preguntó si estaba en el lugar celestial que le enseñaron sus antepasados.
Mientras pensaba en las creencias religiosas de sus antepasados, escuchó una voz que decía: “Juantzin, Juan Diegotzin”. Se le dirigió con su nuevo nombre, su nombre de bautismo. El “tzin” al final de su nombre era un signo de respeto, “mi noble Juan”. Es popular para nosotros decir de alguien llamado a la vocación cristiana, decimos que uno es “llamado por su nombre”. Juan Diego fue llamado por su nombre.
Me gusta imaginarme caminando con Juan Diego, viendo a Dios en la belleza de la naturaleza y queriendo poder responder a la llamada con amor. Camino todos los días, a menudo temprano en la mañana. Me gusta caminar con Juan Diego, y escuchar el llamado de Dios queriendo responder como lo hizo. Que caminemos todos con San Juan Diego.
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Pregunta de hoy para la reflexión: ¿Ha hecho pausa para considerar a Dios en la belleza de la creación?
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Walking with Juan Diego
When I began walking with Mexican migrants, it was obvious that I needed to learn about and to love Our Lady of Guadalupe. At the beginning of my journey, I focused on the Virgin and on the devotion of the people. The story of the apparitions comes from the poem, the Nican Mopohua. The Nican Mopohua formed the basis of our youth group’s drama of the apparitions every December 12. While I knew about the apparitions, it was several years before I studied the Nican Mopohua seriously.
At the canonization of St. Juan Diego, Pope John Paul II called Juan Diego, the model of indigenous conversion. After the canonization in 2002, I began studying the Nican Mopohua considering if from the perspective of Juan Diego. The Nican Mopohua was written many years after the apparitions. The story was passed on in oral tradition and devotion developed amongst the poor, the indigenous and working-class community. As I studied the Nican Mopohua, I tried to imagine the experience of Juan Diego.
The story begins with Juan Diego walking in the hills of Tepeyac. He was recently baptized and change his name to Juan Diego. It was his custom to walk about nine miles each way over the mountains on Saturday. He went to Mexico to hear the teaching of the Friars. After Mass on Sunday he would return to his home. He is a good model of the convert who is not satisfied with being baptized. He wanted to learn more. As he walked in the hills, he gloried in the beauty of nature around him. He marveled at the song of the birds. He asked himself if he was in the heavenly place that his ancestors taught.
As he thought about the religious beliefs of his ancestors, he heard a voice say, “Juantzin, Juan Diegotzin.” He was addressed in his new name, his Christian name. The “tzin” at the end of his name was a sign of respect, “my noble Juan”. It is popular for us to say of one called to Christian vocation, we say one is “called by name.” Juan Diego was called by name.
I like to imagine myself walking with Juan Diego, seeing God in the beauty of nature and wanting to be able to respond to the call with love. I walk each day, often early in the morning. I like to walk with Juan Diego, and hearing God’s call wanting to respond as he did. May we all walk with Juan Diego.
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Today’s question for reflection: Do you ever pause to consider God in the beauty of creation?
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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.