My Comfort Zone / Mi propia comodidad
Mi propia comodidad
Hace una semana, consideré que Francisco nos llamaba a “salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio.” (EG. 20) Caminar con campesinos migrantes es mi ‘propia comodidad’. Desde el momento en que me pidieron que trabajara con CMFN, me sentí aliviado de volver a comprometerme plenamente con los campesinos migrantes. Espero entrar la vida una vez más de amigos de la cosecha de cerezas en Oregón y con trabajadores en Kansas, Nebraska, Mississippi y donde sea que pueda encontrar personas en las comunidades donde he trabajado. También espero hacer nuevos amigos en comunidades rurales de inmigrantes.
Al prepararme para mi puesto, hubo un nuevo término que amplía la conciencia de la vida en las comunidades rurales. No solo se preocupa por los trabajadores agrícolas, CMFN está llamando la atención sobre las personas que trabajan en todas las “industrias verdes”. Esto incluye la industria forestal, el paisajismo, el riego, la construcción agrícola, la energía, el procesamiento de alimentos, el transporte, la conservación y los servicios turísticos. Estas industrias tienen una participación significativa de trabajadores inmigrantes. Muchos viajan grandes distancias por su trabajo, a veces con separaciones estacionales de miembros de la familia.
Estoy feliz de considerar a toda la comunidad de la industria verde. Cuando trabajé en la Diócesis de Fresno, fue difícil para los líderes religiosos reconocer que, dentro de muchas familias de campesinos, a menudo hay cónyuges u otros miembros de la familia que se dedican a otras industrias. Atender las necesidades de las familias involucradas en una variedad de industrias verdes crea algunos desafíos para el ministerio ordinario que se ofrece en las comunidades rurales. También crea formas más efectivas de servir a toda la comunidad rural.
En lugar de ver mi nueva posición como salir de mi zona de confort, una vez más estoy entrando en mi zona de confort. Gracias a Dios.
(Si tienes observaciones o preguntas para Padre Migrante, envían las a padremigrante@gmail.com)
My Comfort Zone
A week ago, I considered Francis calling us to “Go forth from our own comfort zone in order to reach all the “peripheries” in need of the light of the Gospel.” (EG. 20) Walking with migrant farmworkers is my ‘comfort zone’. From the moment that I was asked to work with CMFN, I felt relieved to become fully engaged with migrant farmworkers again. I hope that I will be able to enter once again with cherry harvest friends in Oregon, and with workers in Kansas, Nebraska, Mississippi and wherever I may meet people in communities where I have worked. I also look forward to making new friends throughout our rural immigrant communities.
In preparing for my position, there was a new term that broadens an awareness of life in rural communities. Not only caring for farmworkers, CMFN is calling attention to people working in all “green industries.” This includes forestry, landscaping, irrigation, agricultural construction, energy, food processing, transportation, conservation and resort services. These industries have significant immigrant worker participation. Many travel great distances for their work, at times with seasonal separations of family members.
I am happy to consider the entire green industry community. When I worked in the Diocese of Fresno, it was difficult for religious leaders to recognize that within many farm working families, there are often spouses or other family members engaged in other industries. Attending to the needs of families engaged in a variety of green industries creates some challenges to the ordinary ministry offered in rural communities. It also creates more effective ways of serving the entire rural community.
Rather than seeing my new position as leaving my comfort zone, I am once again entering my comfort zone. Thanks be to God.
(If you want Padre Migrante to respond to your concerns or questions, write to: padremigrante@gmail.com)
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.